El período posparto es un punto de inflexión crítico en la vida de una mujer, en el que se producen cambios fisiológicos en el cuerpo que no sólo marcan el final del embarazo sino que también preparan el camino para el vínculo entre madre y bebé. Desde la primera secreción de leche hasta la recuperación del útero, estos cambios son una serie de procesos complejos y delicados.
"La leche materna es esencial para la salud de los recién nacidos porque contiene anticuerpos y nutrientes únicos que apoyan el crecimiento y el desarrollo del bebé".
Durante el embarazo, el estrógeno y la progesterona promueven el desarrollo del tejido mamario. Sin embargo, cuando nace el bebé, el sistema endocrino cambia rápidamente de producir hormonas que inhiben la secreción de leche a hormonas que promueven la producción de leche. La primera secreción después del parto se llama calostro, que es rico en sustancias que ayudan a los recién nacidos a adaptarse al entorno externo.
El calostro se convierte en leche madura entre dos y cinco días después del nacimiento. A este proceso a veces se le llama "salida de la leche". Durante este tiempo, se anima a las madres a comenzar a amamantar inmediatamente y a establecer vínculos con sus bebés. La succión del bebé puede provocar que la glándula pituitaria libere oxitocina, que no solo ayuda a la liberación de leche, sino que también promueve la contracción uterina y reduce el sangrado posparto.Los senos sufren cambios importantes después del parto y durante este proceso la madre puede sufrir desgarros en los pezones. Esta condición se puede controlar con atención farmacológica y no farmacológica. Comprender estos cambios y obtener el apoyo adecuado es esencial para una relación de lactancia materna exitosa.
Cambios en el útero Los cambios en el útero son más significativos después del parto. De un órgano que al nacer pesa un kilogramo y contiene diez litros, gradualmente, a través de una serie de contracciones, se convierte en un órgano de 60 gramos que contiene solo líquido. Después del parto, el útero comienza a contraerse rápidamente para expulsar la placenta. Este proceso puede durar unos 30 minutos y va acompañado de un ligero escalofrío."La leche materna es el medio de comunicación entre la madre y el bebé, no sólo aportando nutrición sino también ayudando a crear un vínculo emocional".
Unos días después del parto, el útero se encogerá gradualmente hacia abajo y aproximadamente doce horas después, el médico podrá tocar el fondo del útero, ubicado en el ombligo. Generalmente después de seis semanas el útero se encoge a su tamaño normal. Las mujeres que han tenido un parto natural pueden experimentar contracciones uterinas más fuertes.
Después del parto, la pelvis, la vagina y el cuello uterino permanecen blandos durante un tiempo. A medida que la vagina se contrae, las mujeres pueden experimentar secreción de líquido durante cuatro a seis semanas, llamada retención posparto, que es una mezcla de sangre, moco, y compuesto de tejido uterino.
Manejo del dolor y el bienestar El manejo del dolor posparto es fundamental y, si se brinda educación con anticipación, se puede reducir en gran medida la ansiedad y el malestar de la madre al encontrarse con un tratamiento para el dolor. Las medidas adecuadas para el manejo del dolor, como el uso de medicamentos, un entorno cómodo y el cambio de sábanas, pueden mejorar significativamente la comodidad posparto."Durante el período posparto, el estado de ánimo y las emociones de la madre afectan directamente la secreción de leche materna y la salud del bebé".
Cuando una madre comienza a amamantar, sus necesidades calóricas aumentan; las necesidades calóricas típicas de una mujer que no amamanta aumentan de 1.800-2.000 kcal por día a 2.300-2.500 kcal. Por ello, los complementos nutricionales en la dieta postparto son fundamentales, incluyendo el aporte de calcio y hierro. Ciertos alimentos, como la cafeína y el alcohol, también deben evitarse durante este período, ya que estas sustancias pueden afectar al bebé.
Consideraciones especiales para las cesáreas La colocación de un catéter a menudo se asocia con cesáreas y puede causar dolor y un mayor riesgo de infección en la incisión abdominal. La recuperación después del parto puede ser más lenta que en un parto natural, y el apoyo emocional es esencial para las madres que inesperadamente se someten a una cesárea.