Con la mejora de la conciencia ambiental global, la emisión de contaminantes está sujeta a una regulación cada vez más estricta. Entre ellos, la emisión de dióxido de azufre (SO2) se ha convertido en el foco de atención. Este gas, que proviene de la quema de combustibles fósiles, no sólo es el principal componente de la lluvia ácida, sino que también causa graves daños a la salud humana. Entonces, ¿cómo pueden las fábricas eliminar eficazmente estos gases nocivos de ácido sulfúrico? Éste es exactamente el desafío que aborda la tecnología de desulfuración de gases de combustión (FGD).
La desulfuración de gases de combustión es un conjunto de tecnologías que eliminan el SO2 de las emisiones de las centrales eléctricas de combustibles fósiles y otras industrias.Historia de la tecnología FGD
La historia de la tecnología FGD se remonta a mediados del siglo XIX. La primera tecnología de desulfurización se desarrolló en el Reino Unido, y con la creación de centrales eléctricas a gran escala en la década de 1920, el problema del dióxido de azufre ya no pudo ignorarse. En 1931, se instaló la primera gran unidad FGD en la central eléctrica de Battersea de Londres, lo que marcó un paso importante hacia la comercialización de la tecnología.
Las primeras instalaciones de FGD a gran escala se suspendieron temporalmente durante la Segunda Guerra Mundial porque el vapor blanco podía ser utilizado por los aviones enemigos para localizarlos.
Actualmente, los sistemas FGD generalmente se dividen en dos categorías: húmedos y secos. El sistema de desulfurización de gases de combustión húmedos utiliza una suspensión de piedra caliza o cal para eliminar el SO2, que es muy eficaz y tiene una eficiencia de eliminación de más del 90%. El sistema seco pulveriza polvo alcalino fino directamente en el conducto de humos para lograr la desulfuración. Este método es relativamente simple, pero en algunos casos la eficiencia es baja.
En el proceso FGD, la reacción química principal es la conversión de SO2 en sulfato de calcio inofensivo u otros aniones. En el sistema húmedo, las reacciones comunes son las siguientes:
CaCO3 + SO2 → CaSO3 + CO2
Esto indica que la piedra caliza se convierte en sulfato de calcio después de la reacción, producto que luego puede procesarse para formar el material de yeso requerido por el mercado.
Además de las aplicaciones en tierra, la Organización Marítima Internacional también ha desarrollado directrices para los sistemas de desulfuración en los buques para garantizar que cumplan con las regulaciones pertinentes de protección ambiental. Esto requiere que el Estado del puerto donde se encuentra el buque realice las inspecciones y la supervisión correspondientes para garantizar la eficacia del sistema.
Si un sistema de depuración no funciona correctamente, el Estado del puerto tiene el poder de imponerle sanciones.
Aunque la tecnología FGD ha demostrado efectos obvios en la reducción de las emisiones de dióxido de azufre, aún enfrenta muchas dificultades en aplicaciones prácticas. En primer lugar, el sistema FGD producirá una cierta cantidad de aguas residuales. Estas aguas residuales requieren un tratamiento posterior para cumplir con la normativa ambiental.
Con un mayor desarrollo de la tecnología, se espera que la eficiencia y la economía de la FGD sigan mejorando. Algunas tecnologías de desulfuración emergentes, como la desulfurización mediante irradiación con haz de electrones combinada con amoníaco, muestran potencial para futuras mejoras.
¿Cómo equilibrar la protección del medio ambiente y los beneficios económicos es una cuestión importante que debe considerarse ante el desarrollo industrial?