En el campo de la medicina y la psicología, la importancia clínica es la importancia práctica de los efectos terapéuticos: ¿puede tener un impacto real y perceptible en la vida diaria? Este es un problema crítico en la evaluación de psicoterapia. La evaluación de la efectividad del tratamiento no se limita al análisis estadístico, pero de hecho, la significación clínica proporciona una comprensión más profunda de los resultados del tratamiento.
La significación estadística se usa ampliamente en las pruebas de hipótesis, y los resultados se evalúan de manera efectiva al detectar la hipótesis falsa (es decir, no hay relación entre las variables). Si hay una diferencia estadísticamente significativa, significa que hasta cierto punto podemos rechazar la hipótesis de la nada, pero esto no prueba que la hipótesis de la nada sea necesariamente incorrecta.
La significación estadística solo está relacionada con la compatibilidad entre los datos de observación y la hipótesis falsa, y no puede probar la autenticidad de la hipótesis.
Por otro lado, la importancia real se centra en la efectividad del tratamiento o la intervención y el alcance del cambio causado por el tratamiento. Esto no es solo un cambio en los números, sino el impacto real del tratamiento en la vida diaria del paciente. La importancia real utiliza indicadores como el tamaño del efecto, el número de tratamiento requerido (NNT) para cuantificar la importancia del resultado, proporcionando así datos específicos sobre la efectividad del tratamiento.
La significación clínica es un concepto más técnico centrado en si el tratamiento es lo suficientemente efectivo como para cambiar la etiqueta de diagnóstico del paciente. Si el tratamiento puede evitar que el 40% de los pacientes cumplan con los criterios de diagnóstico para la depresión, esto significa que el tratamiento tiene resultados clínicos significativos. Este concepto fue propuesto por primera vez por Jacobson, Follette y Revenstorf, quienes aclararon cómo la efectividad del tratamiento podría conducir a la transición de un paciente de la disfunción a la función normal.
La significación clínica cambia el enfoque de los efectos colectivos a los cambios individuales y enfatiza la evaluación de la eficacia en cada paciente.
A menudo hay diferencias estadísticamente significativas al realizar evaluaciones psicológicas, pero esto no significa que estas diferencias sean clínicamente significativas. Las diferencias más pequeñas pueden carecer de importancia práctica, mientras que las diferencias comunes solo pueden reflejar variaciones normales. Por lo tanto, al interpretar los resultados de la evaluación, los expertos clínicos buscarán información importante que pueda ilustrar completamente las diferencias estadísticas para establecer una conexión específica con las funciones individuales.
A diferencia de la significación estadística y la importancia real, también hay muchos métodos para calcular la significación clínica. Los métodos de cálculo comunes incluyen el método Jacobson-Truax, el método Gulliksen-Lord-Novick, el método Edwards-Nunnally, el método Hageman-Arnindell y el modelo lineal jerárquico (HLM).
Este método calcula el índice de cambio de confiabilidad (RCI), comparando las diferencias de puntaje de prueba previas y posteriores de los participantes y dividiéndolas por el error estándar de la diferencia. Esto permite a los participantes clasificarse en categorías de recuperación, mejora, falta de cambio o empeoramiento.
Similar al método Jacobson-TruAx, pero teniendo en cuenta el efecto de la regresión media, los puntajes de prueba antes y después se restan de la media de la población y luego se calculan en función de la desviación estándar de la población.
Este es un método de cálculo más riguroso que acerca la puntuación de prueba previa a la media por puntajes de confiabilidad y establece intervalos de confianza para los puntajes de prueba previos ajustados para evaluar la significación clínica.
El índice de cambio involucrado en este método también se divide en cambios grupales y cambios individuales, a fin de juzgar el grado de mejora del paciente.
HLM utiliza el análisis de la curva de crecimiento para evaluar los cambios, y se recopilan tres puntos de datos de cada paciente para que el análisis sea más integral y preciso.
En última instancia, cuando consideramos el éxito de la psicoterapia, no podemos confiar únicamente en los datos estadísticos, pero debemos prestar más atención al impacto real de la importancia clínica en la vida diaria. Refleja si la calidad de vida del paciente ha mejorado sustancialmente después del curso de tratamiento, que puede ser el objetivo final que seguimos. Entonces, ¿qué indicadores crees que pueden mostrar mejor el éxito del tratamiento?