En la cirugía hepática, cómo predecir con precisión el éxito de la cirugía es un tema importante.Se ha demostrado que la embolización venosa del portal hepático (PVE), como procedimiento preoperatorio, aumenta significativamente el volumen hepático residual esperado, aumentando así la tasa de éxito de la cirugía.Detrás de esta tecnología, hay una serie de indicadores y consideraciones clave, que explorarán en profundidad cómo estos indicadores afectan el resultado de la cirugía hepática.
La embolización hepatoportal es un procedimiento radiológico intervencionista que estimula la hiperplasia del tejido hepático sano al intervenir en el flujo sanguíneo hepático.
Las indicaciones para la embolización portal están relacionadas principalmente con la proporción de un volumen residual hepático (FLR) futuro y el volumen hepático estimado total (Telv).Dependiendo de la salud del hígado, se recomienda que la relación FLR/TELV alcance al menos el 25% para los pacientes hepáticos normales.Para los pacientes con enfermedad hepática crónica, como la cirrosis, la proporción debe alcanzar al menos el 40%.En algunos pacientes que han recibido una extensa quimioterapia, también se recomienda la embolización del portal hepático para mejorar la FLR cuando la relación FLR/TELV es inferior al 30%.
PVE, como un programa bien tolerado, tiene tasas de mortalidad y falla técnica extremadamente bajas.Según las estadísticas, la tasa de mortalidad es de solo 0.1%, y la tasa de falla técnica es del 0.4%.Aunque las complicaciones de PVE incluyen trombosis venosa hepática, infarto hepático e infección, la tasa de complicaciones general es de aproximadamente 2-3%.El éxito de esta tecnología depende de algunos indicadores clave, incluida la condición hepática subyacente del paciente y las comorbilidades previas.
El estudio muestra que la tasa de supervivencia a cinco años de los pacientes sometidos a resección hepática a gran escala después de que PVE puede alcanzar el 29%.
Si bien PVE puede mejorar significativamente el resultado de la cirugía hepática, esta técnica debe evitarse en algunos casos.La hipertensión hiral es una contraindicación absoluta porque tales pacientes no son adecuados para la cirugía y enfrentan un mayor riesgo de complicaciones.Además, la oclusión de la vena del portal del lóbulo hepático completo existente también obstaculizará el crecimiento esperado de FLR.Otras contraindicaciones incluyen una mala salud sistémica del paciente, como la mala función cardiopulmonar, la sepsis, etc.
Los riesgos potenciales de PVE incluyen trombosis venosa hepática, infarto hepático y complicaciones quirúrgicas relacionadas.
PVE promueve la proliferación de tejidos sanos al bloquear el flujo sanguíneo de una porción del hígado.Este cambio estimula la rápida proliferación de las células hepáticas cuando el flujo sanguíneo se dirige a otras áreas, y generalmente se espera que el crecimiento de FLR sea de alrededor del 10%.Además, este crecimiento es impulsado por hiperplasia celular, en lugar de la hipertopía celular de las células existentes.
Con el avance de la tecnología médica, la tecnología PVE también continúa evolucionando.Por ejemplo, la tecnología PVE transarterial ha mostrado un crecimiento significativo de FLR en experimentos de cerdos.El método PVE reversible también se puede usar en el futuro para tratar a los pacientes con insuficiencia hepática crónica, y se espera que estos avances promuevan la tasa de éxito de la cirugía hepática.
La embolización del portal hepático no es solo un medio técnico, sino también una herramienta importante para explorar y mejorar la tasa de éxito de la cirugía hepática.Para futuros pacientes con cirugía hepática, ¿qué tipo de innovación tecnológica puede mejorar aún más su esperanza de supervivencia?