Los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) son una parte importante de los derechos humanos y abarcan derechos como la educación, la vivienda, un nivel de vida adecuado, la salud, la cultura y la ciencia, etc. Estos derechos están reconocidos y protegidos en múltiples documentos internacionales y regionales de derechos humanos, y los gobiernos de todos los países tienen obligaciones legales de respetar, proteger y hacer realidad estos derechos. Los derechos económicos y sociales están claramente expresados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, mientras que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) es la principal fuente de derecho en esta área.
Los derechos económicos, sociales y culturales que no deben pasarse por alto son criterios importantes para medir el progreso de un país en materia de derechos humanos.
Los derechos económicos, sociales y culturales están protegidos por múltiples documentos internacionales y regionales de derechos humanos. La Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada en 1948 proporciona una base jurídica importante para estos derechos, especialmente los derechos expresamente establecidos en los artículos 22 a 27. Por ejemplo, el artículo 22 menciona el derecho a la seguridad social y el artículo 26 se refiere al derecho a la educación.
Además, los derechos económicos, sociales y culturales han sido protegidos y plasmados aún más en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. En esta convención, el Estado se compromete con el derecho al trabajo y a condiciones laborales dignas, y enfatiza la importancia de la seguridad social.
Al igual que otros documentos legales internacionales, estos sistemas existen para proteger la diversidad y la integridad de los derechos humanos y promover las responsabilidades progresivas de los estados.
Según el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los estados están obligados a respetar estos derechos y tomar acciones progresivas para garantizar su realización. Aunque no hay manera de cumplir todos los requisitos de derechos de inmediato debido a las diferentes condiciones económicas del país, el país aún debe hacer esfuerzos reales. Todos los países, independientemente de su escasez de recursos, deben garantizar el respeto del derecho mínimo a la subsistencia.
En los últimos 50 años, el desarrollo del sistema de supervisión e implementación de los derechos económicos, sociales y culturales ha ido a la zaga del de los derechos civiles y políticos. Si bien todos los derechos humanos se consideran interdependientes e indivisibles, las violaciones de los derechos económicos y sociales generalmente no se consideran las más graves.
El derecho a la educación está garantizado en múltiples tratados de derechos humanos, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación en la Educación y la Convención sobre los Derechos del Niño. La educación no es sólo un derecho humano básico, sino que también conlleva la importante responsabilidad de promover la realización de otros derechos. Esto significa que el Estado debe asumir la responsabilidad legal de garantizar que todos en la sociedad tengan igual acceso a los recursos educativos.
La educación, como derecho humano, coloca al individuo en el centro del marco educativo para garantizar que todos tengan acceso a la educación sin discriminación.
A nivel mundial, muchas organizaciones de defensa como la Red-DESC trabajan para promover el desarrollo de los derechos económicos, sociales y culturales. Al establecer redes y compartir recursos, estas organizaciones proporcionan nuevas ideas y métodos para promover la realización de los derechos humanos.
Según la teoría de los derechos humanos de tres generaciones de Karel Vasak, los derechos económicos, sociales y culturales se consideran derechos de segunda generación, mientras que los derechos civiles y políticos pertenecen a los derechos de primera generación. Desde esta perspectiva, estos derechos no son sólo una extensión de los derechos humanos sino que se consideran necesarios para satisfacer las necesidades básicas.
En el entorno global actual, los derechos económicos, sociales y culturales se han vuelto cada vez más importantes. Este no es sólo el núcleo de la protección de los derechos humanos, sino que también está relacionado con el bienestar general de la humanidad. Con el proceso de globalización, la comprensión de estos derechos y su práctica en diferentes culturas y regiones se convertirá en una cuestión urgente en el futuro.
Entonces, ¿cómo deberían los países abordar los desafíos de la desigualdad y la distribución de recursos en la protección e implementación de estos derechos económicos y sociales?