La contaminación de fuentes no puntuales (NPS) se refiere a la contaminación difusa del agua o del aire que no puede rastrearse hasta una única fuente específica. Esta contaminación a menudo proviene del efecto acumulativo de pequeñas cantidades de contaminantes que se acumulan en una zona extensa. Por el contrario, la contaminación de fuente puntual es causada por una sola fuente. La contaminación de fuentes no puntuales suele surgir de la escorrentía terrestre, las precipitaciones, la deposición de aerosoles, el drenaje, la filtración o los cambios hidrológicos (como las lluvias y el deshielo), lo que dificulta rastrear su origen.
La contaminación del agua de fuentes no puntuales afecta a los cuerpos de agua debido a fuentes como la escorrentía contaminada de áreas agrícolas que desemboca en los ríos, o los desechos transportados al océano por el viento.
La contaminación de fuentes no puntuales es difícil de controlar porque proviene de las actividades diarias de muchas personas diferentes, como la fertilización del césped, el uso de pesticidas y la construcción de carreteras o de edificios. Para controlar este tipo de contaminación es necesario mejorar la gestión de las zonas urbanas y suburbanas, las prácticas agrícolas, las operaciones forestales y la gestión portuaria.
Principales tipos de contaminación del agua de fuentes no puntualesEl sedimento (suelo suelto) se compone de limo (partículas finas) y sólidos suspendidos (partículas más grandes). Los sedimentos pueden ingresar a las aguas superficiales a través de las orillas erosionadas de los arroyos y la escorrentía superficial de tierras urbanas y rurales con una cubierta vegetal inadecuada. Los sedimentos enturbian las aguas y reducen la cantidad de luz que llega a aguas más profundas, lo que puede inhibir el crecimiento de plantas submarinas y, por tanto, afectar a especies como peces y mariscos que dependen de ellas.
El exceso de fósforo y nitrógeno puede provocar la eutrofización de los cuerpos de agua y causar floraciones de algas tóxicas, que amenazan las fuentes de agua potable.
Los productos químicos tóxicos incluyen compuestos orgánicos e inorgánicos, como metales pesados y sustancias tóxicas resistentes, que pueden provenir de aguas residuales humanas, descargas industriales y productos químicos agrícolas.
Los patógenos son bacterias y virus que pueden causar enfermedades en el agua y se encuentran comúnmente en los suministros públicos de agua potable, como Cryptosporidium y Salmonella.
Las ciudades y los suburbios son fuentes importantes de contaminación no puntual debido a sus grandes áreas pavimentadas. Las aguas pluviales fluyen sobre estas superficies impermeables, transportando contaminantes al suelo y afectando los cuerpos de agua cercanos.
Los nutrientes como los fertilizantes y el estiércol animal aplicados a las tierras de cultivo, así como los residuos de productos agrícolas, ingresan a los cuerpos de agua a través de la escorrentía, causando un deterioro de la calidad del agua.
La escorrentía de las carreteras también es un componente de la contaminación de fuentes no puntuales debido al impacto del tráfico y los materiales de mantenimiento del pavimento.
El uso de zonas de protección de césped, estanques de detención y técnicas de pavimentación porosa pueden reducir eficazmente la contaminación en las escorrentías de aguas pluviales.
La contaminación de fuentes no puntuales tiene su origen en numerosos factores. Aunque se conocen numerosos métodos de control, aún existen muchos desafíos en su implementación. La gente debería pensar: ¿hay algo que podamos hacer en nuestra vida diaria para reducir el impacto de estos contaminadores invisibles?