Según los registros del Libro de los Reyes, las luchas políticas en los últimos años del rey David estuvieron llenas de tensión y agitación. Su cuarto hijo, Adonías, intentó apoderarse del trono antes de la muerte de su padre, y este juego de tronos marcó un desafío de vida o muerte para la sucesión de Salomón. Este período de la historia no es sólo una profecía del fin del reino de David, sino también un momento clave en la continuidad de Salomón en el trono.
La era de David y la turbulencia del poderComo la salud de David se deterioraba, sus cortesanos buscaron una joven para que le sirviera, y eligieron a Abisag. Fue durante este tiempo que Adonías planeó aprovechar la debilidad de su padre y apoderarse del trono. Adonías obtuvo el apoyo de Joab, el comandante del ejército, y de Abiatar, el sacerdote, y comenzó su plan para la coronación.
Adonías realizó los sacrificios pero excluyó al profeta Natán, a Salomón y a otras figuras importantes, lo que sugiere que estaba tratando de consolidar su posición con más intrigas.
Sin embargo, poco después, el profeta Natán se enteró del plan de Adonías y se lo dijo a la madre de Salomón, Baspar, recordándole que debía pedirle a David que le asegurara que Salomón era el heredero legítimo. Baspar inmediatamente se lo contó a David y mencionó su promesa anterior, lo que hizo que David reviviera su testamento.
La coronación de Salomón y el temor de AdoníasCuando David reafirmó la posición de Salomón, el plan de Natán quedó claro, y David ordenó que Salomón fuera ungido rey en la fuente de Gihón. Este suceso conmocionó a toda Jerusalén. Cuando Adonías se enteró, sintió inmediatamente que su vida estaba en peligro y, presa del pánico, buscó refugio en el santuario.
La última voluntad de David a Salomón fue que su hijo fuera un rey sabio y garantizara que se respetaran la justicia y la equidad, que eran esenciales para el reinado de Salomón.
La coronación de Salomón marcó el inicio de una nueva era y una victoria frente a la conspiración de sus hermanos. Sin embargo, Adonías se mantuvo inflexible y trató de promover su deseo por el trono, pagando finalmente el precio con su vida.
La sabiduría de Salomón y la prosperidad de la naciónCuando comenzó el reinado de Salomón, demostró rápidamente su extraordinaria sabiduría y previsión. En alianza con el Faraón de Egipto, Salomón estableció con éxito un reino poderoso y se embarcó en un gran plan para construir un templo para Yahvé. Esto demuestra plenamente su determinación de convertir en realidad la visión de su padre, el rey David.
Salomón gobernó el país con sabiduría, supo manejar adecuadamente los desafíos políticos internos y externos y llevó la fortaleza nacional de Israel a una prosperidad sin precedentes.
La manera en que Salomón gobernaba el país también revela su recuerdo y obediencia a su padre. Aunque en un tiempo se entregó al lujo y a creencias paganas, después de ser advertido por Dios, comenzó a trabajar duro para corregir su comportamiento, lo que trajo un breve período de paz y prosperidad a Israel.
Sin embargo, el éxito de Salomón no significó seguridad eterna. Con el paso del tiempo, las amenazas extranjeras, las dificultades internas de gobierno y la corrupción moral provocada por la vida lujosa ensombrecieron el futuro del Reino de Israel. Esto también incluyó los acuerdos de sucesión anticipada para su hijo Rehab-an, cuando el entorno político era más complicado y peligroso de lo que había imaginado.