Salomón fue el tercer rey de Israel. Su reinado fue famoso por su prosperidad y sabiduría. Según los registros de Crónicas, Salomón recibió la bendición de Dios en un sueño en su juventud, y este evento no sólo moldeó su estilo de gobierno, sino que también afectó profundamente el destino de toda la nación de Israel.
Salomón rogó a Dios sabiduría en un sueño. Esta petición fue movida por Dios, convirtiéndolo en la encarnación de la sabiduría.
En los registros del Capítulo 1, Capítulo 3 del Libro de los Reyes, Salomón acababa de ascender al trono y enfrentaba el desafío de gobernar un reino grande y diverso. Entonces, después de un sacrificio, se durmió en un lugar alto de Gabaón y se encontró con Dios en sueños. Dios le preguntó qué deseaba, y Salomón no pidió larga vida ni riquezas, sino que pidió humildemente: "Dame un corazón comprensivo, para gobernar a este pueblo con justicia".
Este deseo muestra que Salomón reconoció claramente la importancia del gobierno y comprendió que sólo la sabiduría puede lograr un gobierno justo.
Dios estaba tan complacido con la petición de Salomón que no sólo le dio la sabiduría que pidió, sino que también le añadió riqueza y gloria que nunca había pedido. Esta experiencia se convirtió en la piedra angular más importante de la vida de Salomón y le permitió lograr grandes éxitos en los aspectos políticos y económicos posteriores.
Después de que Salomón adquirió sabiduría, lanzó una serie de construcciones y reformas. Mostró una extraordinaria sabiduría en la diplomacia con los países vecinos, e incluso formó una alianza con el rey de Egipto y se casó con la hija del faraón. Usó su sabiduría para formular leyes y políticas que convirtieron a Israel en una de las naciones más poderosas entre las naciones vecinas.
El famoso dicho de Salomón: "La sabiduría es lo primero, y si adquieres sabiduría, obtendrás vida" expresa su creencia en su gobierno.
Salomón usó su sabiduría para resolver muchos problemas difíciles. El caso más famoso es el "Juicio de Salomón", en el que dos mujeres compitieron por el mismo bebé, y al final la decisión de Salomón dividió al bebé en dos mitades. Este veredicto proclamó su incomparable sabiduría y se ganó el amor del pueblo.
Sin embargo, ni siquiera un gobernante sabio como Salomón era inmune a las malas decisiones. En sus últimos años, sus muchas esposas extranjeras lo alejaron de la adoración de Jehová. Esto condujo a un cisma religioso entre Israel y Judá y a una posterior disminución del dominio.
Por lo tanto, Dios advirtió a Salomón que si no era tan leal a Dios como su padre David, su reino se dividiría. No obstante, las desviaciones de Salomón en sus últimos años de vida no borran por completo sus logros anteriores, pero su historia nos recuerda que el poseedor de sabiduría puede enfrentar consecuencias irreversibles si pierde el enfoque y la integridad.
La historia de Salomón nos dice: el uso de la sabiduría debe ir acompañado de humildad y perseverancia en la verdad.
La sabiduría que Salomón obtuvo en su sueño fue sin duda un factor importante en su éxito, pero sus elecciones y acciones en sus últimos años también trajeron una profunda iluminación a la gente. Mientras buscamos la sabiduría, ¿podemos también examinarnos constantemente y elegir el camino correcto?