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Andamios mágicos: ¿Cómo se disuelven perfectamente estos materiales en el cuerpo?
Con el rápido desarrollo de la medicina, los stents bioreabsorbibles se han convertido gradualmente en una nueva tendencia en el tratamiento intervencionista cardiovascular. Este nuevo tipo de stent no solo puede expandir las arterias cardíacas bloqueadas, sino que también puede ser absorbido lentamente por el cuerpo una vez completado el proceso de tratamiento y eventualmente desaparecer del cuerpo humano. El uso de stents bioreabsorbibles ofrece mayor esperanza y posibles beneficios a los pacientes que los stents metálicos tradicionales, especialmente cuando se evitan eficazmente muchas complicaciones a largo plazo.
Los stents biorreabsorbibles son dispositivos diseñados para abrir y ensanchar las arterias cardíacas bloqueadas y luego disolverse, o ser absorbidos, en el cuerpo.
Aunque los stents metálicos tradicionales son eficaces en el tratamiento, pueden ocasionar una serie de problemas posteriores, como mayor riesgo de trombosis, prevención del remodelado vascular adaptativo o expansivo e incluso afectar a la intervención quirúrgica posterior. Los stents bioreabsorbibles están diseñados para superar estos problemas, proporcionando una solución eficaz que sostiene los vasos sanguíneos y finalmente desaparece por sí sola.
Elección de los materiales de base
Los materiales básicos de los stents bioreabsorbibles se dividen principalmente en dos categorías: metales y polímeros. Aunque los stents de polímero inicialmente tenían una fuerte participación en el mercado, a medida que surgieron problemas de seguridad, cada vez más investigadores comenzaron a recurrir al desarrollo de stents basados en metal, especialmente stents basados en magnesio.
Soporte con base de metal
Existen en el mercado varios materiales candidatos para stents metálicos, incluidos magnesio, hierro, zinc y sus aleaciones. Los stents a base de magnesio han sido aprobados para su uso en muchos países alrededor del mundo y se caracterizan por ser absorbidos aproximadamente en un 95% dentro del año de su implantación. Los resultados de numerosos ensayos clínicos han demostrado que los stents a base de magnesio pueden evitar eficazmente los defectos de los stents metálicos permanentes en términos de funcionalidad. Mediante aleaciones especiales, recubrimientos y otras tecnologías, los investigadores están trabajando para ralentizar la corrosión del magnesio y mejorar su seguridad.
Los resultados clínicos muestran que los stents a base de magnesio son una opción viable que evita eficazmente las desventajas de los stents permanentes.
Andamios a base de polímeros
En algunos países se han aprobado andamios basados en polímeros, como el ácido poli(L-láctico) (PLLA). Estos materiales pueden descomponerse gradualmente en ácido láctico en el cuerpo sin dejar sustancias dañinas. Sin embargo, el rendimiento de los stents de polímero ha suscitado importantes preocupaciones en materia de seguridad y la demanda del mercado ha disminuido. El stent “Absorb” es un ejemplo, pero finalmente fue eliminado del mercado debido a su bajo rendimiento.
Resultados de investigaciones clínicasMúltiples estudios clínicos han demostrado que la eficacia y seguridad de los stents bioreabsorbibles son comparables a las de los stents liberadores de fármacos. En concreto, se ha informado que los stents basados en magnesio de Magmaris tienen tasas bajas de fallo de la lesión diana y de trombosis del stent, lo que demuestra superioridad sobre los stents convencionales. Estos estudios sin duda proporcionan nuevas referencias para futuros tratamientos.
Historia
En Estados Unidos, el primer stent totalmente absorbible fue aprobado por la FDA en 2016. Su desarrollo supone un gran avance en la tecnología intervencionista cardiovascular y abre un nuevo capítulo en el tratamiento cardiovascular.
Los andamios biorreabsorbibles pueden sostener los vasos sanguíneos y eventualmente ser absorbidos por el cuerpo cuando ya no son necesarios, logrando una reconstrucción natural de los vasos sanguíneos.
La aparición de este stent no sólo supone un gran avance en la tecnología de intervención cardiovascular, sino también un reflejo del progreso médico futuro. A medida que continuamos explorando la tecnología de biomateriales, este campo traerá consigo más innovaciones y desafíos. En el futuro, ¿seremos capaces de presenciar más tecnologías médicas “mágicas” similares para mejorar la salud y la vida humana?
