Hedes fetalis es una afección del feto caracterizada por acumulación de líquido o hinchazón en al menos dos cámaras fetales. Esto es diferente de la acumulación de exceso de líquido en los folículos coriónicos o la membrana amniótica, lo que se denomina nefropatía vellosa o edema amniótico. Las manifestaciones específicas del edema pueden incluir áreas como el tejido subcutáneo (especialmente en el cuero cabelludo), el tórax (derrame pleural), el pericardio (derrame pericárdico) y el abdomen (ascitis). Esta afección suele deberse a que el corazón del feto no puede satisfacer las demandas excesivas de flujo sanguíneo, lo que provoca insuficiencia cardíaca.
El edema es una forma de enfermedad cardíaca prenatal en el sentido de que el feto enfrenta demandas de circulación sanguínea muy altas.
La causa principal de la hidropesía fetal suele ser la anemia fetal, que hace que el corazón bombee sangre a un ritmo mayor para satisfacer las necesidades de suministro de oxígeno. Existen posibilidades inmunológicas y no inmunes para el desarrollo de anemia fetal. El edema no inmunológico a veces no se asocia con anemia, como ciertos tumores fetales o malformaciones congénitas de las vías respiratorias pulmonares que provocan un aumento de las necesidades de flujo sanguíneo.
La única causa inmunológica de hidropesía fetal es la enfermedad del Rh llamada "eritroblastosis fetal". Los tipos de sangre incompatibles entre las mujeres embarazadas y sus fetos pueden hacer que la madre produzca anticuerpos contra los glóbulos rojos del feto, lo que puede provocar la lisis de los glóbulos rojos del feto y, posteriormente, provocar anemia. A medida que la condición patológica empeora, la respuesta inmune materna se vuelve cada vez más fuerte, exacerbando la formación de anemia, hepatomegalia y edema en el feto.
La incidencia de la enfermedad Rh ha disminuido significativamente debido a las medidas preventivas desarrolladas en la década de 1970, pero una pequeña proporción de mujeres embarazadas siguen siendo susceptibles a la enfermedad Rh a pesar de recibir profilaxis.
Las causas del edema no inmunológico incluyen anemia grave, circulación rápida, etc. Trabajar demasiado el corazón puede hacer que un lado del corazón falle, provocando edema pulmonar. En consecuencia, la insuficiencia del lado derecho del corazón provoca un aumento de la presión arterial venosa del cuerpo, provocando edema periférico y ascitis. Hay muchas causas de hidropesía fetal no inmune, como anemia por deficiencia de hierro, cardiopatías congénitas, infecciones (como las causadas por parvovirus o citomegalovirus), etc.
El diagnóstico de hidropesía fetal generalmente se realiza mediante ecografía, siendo el diagnóstico oficial el hallazgo de exceso de líquido sérico (como ascitis o derrame pleural) en al menos un espacio acompañado de edema cutáneo (más de 5 mm); la ausencia de edema acompañante. Situación en la que se encuentra exceso de líquido sérico en ambos espacios potenciales.
La ecografía prenatal permite el reconocimiento temprano de hidropesía fetal y se ha mejorado con la introducción de MCA Doppler.
El tratamiento de la hidropesía fetal depende de su causa y de la etapa del embarazo. En el caso de fetos con anemia grave, especialmente aquellos con enfermedad Rh y α-talasemia, se puede realizar una transfusión de sangre en el cuerpo de la madre. La anemia causada por una infección del útero fetal puede requerir pruebas y tratamiento adicionales.
Después de un análisis detallado, en el caso de mujeres embarazadas con gemelos, también se pueden considerar medidas como la ablación con láser o la interrupción selectiva del embarazo. Estas medidas están diseñadas para solucionar el problema del suministro sanguíneo desigual entre fetos.
Por supuesto, el tratamiento de la hidropesía fetal es un proceso complejo que requiere una consideración integral, y el posible impacto en el futuro también invita a reflexionar. ¿Cómo prevenir y tratar mejor esta afección sigue siendo un desafío para la comunidad médica?