Los NET se clasifican clínicamente de manera amplia y, a pesar de sus orígenes heterogéneos, cada vez más expertos médicos los consideran un grupo de tejidos con características comunes. Estas características incluyen una apariencia histológica similar, gránulos secretores distintivos y, a menudo, la secreción de aminas biógenas y hormonas polipeptídicas.Los tumores neuroendocrinos (TNE) son tumores que se originan en células de los sistemas endocrino y nervioso. Estos tumores aparecen con mayor frecuencia en el intestino, particularmente los llamados tumores carcinoides, pero también pueden aparecer en el páncreas, los pulmones y otras partes del cuerpo.
Según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los tumores neuroendocrinos se pueden dividir en tres categorías, poniendo énfasis en el grado del tumor más que en su ubicación anatómica. Las tres categorías son: tumores bien diferenciados de comportamiento benigno e indeterminado, carcinomas neuroendocrinos bien diferenciados de comportamiento maligno bajo y carcinomas neuroendocrinos pobremente diferenciados de comportamiento maligno alto.
La base para determinar el tipo de tumor incluye características histológicas, como tamaño, invasión linfovascular, número mitótico, índice de marcaje Ki-67, etc.
El sistema de clasificación de los NET se basa en la evaluación de la proliferación y clasifica los tumores en grado 1 (grado bajo), grado 2 (grado intermedio) y grado 3 (grado alto). Sin embargo, la necrosis tumoral no siempre se incluye en la clasificación de ciertos tipos de tumores, lo que puede generar ciertas dificultades en la evaluación.
¿Por qué es tan difícil diagnosticar estos tumores?La presentación atípica y la naturaleza críptica de los NET plantean desafíos en el diagnóstico de los mismos. Muchos pacientes pueden no presentar síntomas evidentes incluso después de que el tumor se haya propagado, o puede que éste sólo se descubra accidentalmente durante una cirugía inesperada. Esto a menudo hace que sea difícil para los médicos distinguirla de otras enfermedades durante la etapa de evaluación inicial.
Según un estudio, se descubrió que uno de cada diez pacientes tenía un tumor carcinoide.
Este tipo de tumor secreta una variedad de aminas biógenas y hormonas, que pueden dar lugar a una serie de síntomas clínicos, uno de los cuales es el síndrome carcinoide mencionado en este artículo. Aunque estos síntomas pueden resultar angustiantes para los pacientes, a menudo se ignoran en las primeras etapas o incluso se diagnostican erróneamente como otras enfermedades.
El diagnóstico de los NET depende en parte de las hormonas secretadas por las células tumorales. Sin embargo, la actividad secretora y la respuesta inmune tisular correspondiente de cada tipo de tumor pueden no ser consistentes, por lo que se necesitan marcadores específicos para el diagnóstico.
Las pruebas de imagen como la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la ecografía juegan un papel clave en la detección de tumores. Para obtener un diagnóstico preciso, estos métodos de imágenes requieren una exploración multifásica con ayuda de agentes de contraste.
Además, la imagen molecular también se ha convertido en una buena ayuda en el diagnóstico, especialmente en el caso de los tumores neuroendocrinos.
Estudios recientes han demostrado que el uso de exploraciones PET con estroncio y potasio puede mejorar la precisión diagnóstica, en comparación con los exámenes de detección de medicamentos tradicionales que a menudo producen imágenes de mala calidad. Esta nueva tecnología marca un avance importante en la detección de tumores, sin embargo, obtener resultados correctos del examen de tejido sigue siendo uno de los mayores desafíos en el proceso de diagnóstico actual.
Perspectivas y desafíos futurosA medida que avanza la investigación sobre los tumores neuroendocrinos, comprendemos que diferentes tumores comparten características comunes, como la diversidad y composición secretoras, lo que puede proporcionar nuevas ideas para futuras estrategias de diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, cómo aplicar eficazmente estos nuevos avances en la práctica clínica sigue siendo una cuestión que la comunidad médica necesita explorar en profundidad.
Con el avance de la tecnología, el diagnóstico de tumores neuroendocrinos será más preciso y personalizado. Sin embargo, estos avances también han hecho que se reflexione sobre métodos de detección temprana, evaluación del pronóstico y tratamientos personalizados. ¿Cómo se deben llevar a cabo futuras investigaciones en torno a estos aspectos y pueden tener un impacto revolucionario en las aplicaciones clínicas?