Debido a las similitudes en las manifestaciones clínicas y marcadores entre el FDCS y el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin, el diagnóstico del FDCS es bastante complicado.
Las células dendríticas foliculares se localizan principalmente en los centros germinales de los folículos linfoides y desempeñan un papel importante en la regulación de las reacciones del centro germinal y la presentación de antígenos a las células B. La mayoría de los casos de FDCS ocurren en los ganglios linfáticos, pero alrededor del 30% de los casos ocurren en sitios extralinfáticos. Una revisión retrospectiva de 1998 de 51 pacientes con FDCS no encontró patrones claros en edad, sexo, raza o presentación clínica.
Entre estos 51 pacientes, la edad media fue de 41 años (rango, 14 a 76 años), y la mayoría de los casos presentaron linfadenopatía cervical y axilar, y 17 casos ocurrieron en sitios extranodales como el hígado, el bazo, el intestino y el páncreas.
Aunque la FDCS se reconoce como una enfermedad independiente desde 1986, sigue siendo difícil diagnosticarla. La forma grande y binucleada característica de las células FDCS hace que sea difícil distinguirlas de los linfocitos durante la tinción. La mejor manera de identificarlos es mediante técnicas de inmunotinción utilizando marcadores FDC como CD21 y CD35.
TratamientoCon el descubrimiento del FDCS, hay pocos precedentes de los efectos de la quimioterapia y la radioterapia. El tratamiento inicial consistió principalmente en resección quirúrgica completa o radioterapia, pero más tarde se descubrió que los efectos del tratamiento eran inconsistentes. Entonces los médicos comenzaron a utilizar el régimen de quimioterapia CHOP que se usa para otros tipos de cáncer para tratar el FDCS. La terapia CHOP consiste en ciclofosfamida, doxorrubicina, oxadiazina y esteroides, pero su eficacia en pacientes con FDCS aún no está garantizada.
Liposomas de PEGCon la profundización de la comprensión de la biología del cáncer, se están desarrollando nuevos tratamientos para las FDC, especialmente la aparición de los liposomas de PEG.
El desarrollo de liposomas de PEG ha mejorado enormemente la eficiencia de administración de doxorrubicina. Este método utiliza las características de la permeabilidad vascular del tumor y la neovascularización para permitir que los liposomas de PEG se acumulen naturalmente en el sitio del tumor, reduciendo la dosis y los efectos secundarios, y se espera que se convierta en una nueva opción para el tratamiento con FDCS.
En los últimos años, también se han empezado a utilizar nuevos fármacos quimioterapéuticos en el tratamiento de los FDCS, como TAXOTERE y Gemcitabina, cuyos efectos sobre las células cancerosas han mejorado significativamente y han demostrado una mayor eficacia.
El futuro de la investigaciónDebido a la rareza del FDCS, el financiamiento para su investigación es relativamente limitado y los avances en su tratamiento dependen en gran medida de los resultados de investigaciones sobre otros tipos de cáncer más comunes. Aunque los regímenes de quimioterapia anteriores han logrado ciertos resultados en FDCS, con la aparición de nuevos tratamientos, es posible que en el futuro se desarrollen terapias más específicas para FDCS.
A medida que mejora nuestra comprensión de la biología del cáncer, explorar nuevas opciones y regímenes de tratamiento es, sin duda, un futuro apasionante para las personas con FDCS.
Las perspectivas para el tratamiento de la FDCS son cada vez más claras, pero a medida que la ciencia y la tecnología continúan avanzando, ¿podemos esperar que surjan terapias más específicas que mejoren significativamente las tasas de supervivencia de los pacientes?