Desde su descubrimiento por la investigadora Mari Dezawa en 2010, las células Muse (células resistentes al estrés y diferenciadoras de múltiples linajes) han liderado la tendencia de investigación en medicina regenerativa. La amplia distribución de estas células madre pluripotentes endógenas no cancerosas en los tejidos conectivos, incluidos el cordón umbilical, la médula ósea y la sangre periférica, refleja su fuerte potencial regenerativo, especialmente su baja actividad de la telomerasa, que las hace ineficientes en la proliferación celular. riesgo de formación de tumores.
La baja actividad de la telomerasa de las células Muse es clave para su capacidad de no formar tumores; su proliferación está impulsada por un mecanismo natural y controlado.
Las células musas tienen una fuerte capacidad de autorrenovación y pueden generar varias células que representan las tres capas germinales a partir de una sola célula de forma espontánea o bajo la inducción de citocinas. Esto permite su aplicación en una variedad de condiciones patológicas, como infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular, acantosis, lesión de la médula espinal y síndrome de dificultad respiratoria aguda asociado con el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2). Los últimos resultados de ensayos clínicos aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo muestran que las células Muse muestran un buen potencial en el tratamiento de pacientes con accidente cerebrovascular.
Las células musas tienen varias características notables, incluida una fuerte resistencia al estrés y propiedades no tumorales. Estas células pueden detectar eficazmente el daño al ADN e iniciar sistemas de reparación, lo que las hace más resistentes al estrés genotóxico. Además, las células Muse se identifican mediante la expresión de marcadores como SSEA-3, que es un conocido marcador de células madre embrionarias humanas de alto nivel.
¿Por qué las células Muse no provocan la formación de tumores?Las características no tumorales de las células Muse se atribuyen principalmente a su baja actividad de la telomerasa. En comparación con algunas células altamente tumorígenas, como las células HeLa y las células iPS derivadas de fibroblastos humanos, la actividad de la telomerasa de las células Muse es casi equivalente a la de las células somáticas. Esto significa que no sufren una división celular ilimitada, eliminando el riesgo de desarrollo de tumores.
Potencial regenerativo de las células de MuseEl estudio demostró que "las células Muse no formaron teratomas después de su implantación en los testículos de ratones inmunodeficientes", enfatizando aún más su seguridad.
Las células musas muestran un potencial ideal en el tratamiento de lesiones y pueden reponer nuevas células funcionales acudiendo al sitio lesionado y diferenciándose espontáneamente en células compatibles con los tejidos. Por ejemplo, en modelos animales, las células Muse han demostrado buenas capacidades de integración en tejidos dañados como el hígado, el sistema nervioso y los músculos.
Las células musas se pueden obtener de aspirados de médula ósea, tejido adiposo, fibroblastos de la piel y cordón umbilical. Su fácil accesibilidad crea buenas perspectivas para su aplicación en la medicina regenerativa clínica. Sin el uso de inducción de citocinas o manipulación genética, las células Muse pueden inyectarse directamente en la sangre para el tratamiento, lo que hace que la aplicación clínica actual sea muy prometedora.
Si combinamos los factores anteriores, podemos esperar que las células Muse desempeñen un papel más importante en la medicina regenerativa del futuro, y la gente tendrá más pensamientos y expectativas sobre el potencial ilimitado que hay detrás de estas pequeñas células. ¿Cambiará esto nuestro tratamiento? ¿Qué pasará con la enfermedad? ?