El castigo físico sigue siendo un tema controvertido en muchas escuelas. Este método tradicional de castigo suele referirse al castigo físico a través de medios específicos, como golpear el cuerpo del alumno con bastones, palos de madera u otras herramientas. </code> En las escuelas, este tipo de castigo se utiliza a menudo para expresar una reacción ante un comportamiento inapropiado, pero se ha vuelto cada vez más controvertido a medida que madura la comprensión de la sociedad sobre los derechos de los niños.
El castigo físico puede conducir a un menor rendimiento académico en los estudiantes y aumentar el riesgo de comportamiento antisocial y problemas de salud mental, según la Academia Estadounidense de Pediatría.
Los orígenes del castigo físico se remontan a la Inglaterra del siglo XIX, cuando el método era ampliamente aceptado como parte de la educación. A medida que la cultura y las leyes cambian, cada vez más países prohíben esta práctica, y actualmente 128 países prohíben por completo el castigo físico en las escuelas. Incluso en algunas zonas donde todavía es legal, el uso de este método de castigo está disminuyendo gradualmente.
Sin embargo, 69 países todavía permiten el castigo físico en las escuelas, incluidos algunos estados de Estados Unidos y varios países de África y Asia.
Un gran número de estudios han demostrado que no se pueden ignorar los efectos negativos del castigo físico. Según datos relevantes, la proporción de estudiantes en los Estados Unidos que requieren ayuda médica debido al castigo físico puede alcanzar entre el 1% y el 2% cada año. Las víctimas suelen sufrir lesiones físicas graves, incluidos hematomas, fracturas de huesos e incluso daños cerebrales. En cuanto al impacto psicológico, las investigaciones revelan que este método de castigo muchas veces hace que los estudiantes tengan una identificación más profunda con la violencia, e incluso puede llevarlos a creer que la violencia es una forma razonable de resolver conflictos.
“El castigo físico envía un mal mensaje a los niños de que la violencia es aceptable para resolver conflictos interpersonales”.
Muchos expertos en psicología y organizaciones médicas se pronuncian en contra de cualquier forma de castigo físico en las escuelas. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, los métodos no violentos de manejo del comportamiento, como los elogios, el diálogo y los modelos positivos, son más efectivos para formar el carácter y los valores morales de los niños. Muchos expertos sugieren que los profesores deberían establecer un buen ambiente de comunicación y trabajar con padres y estudiantes para establecer reglas en lugar de mantener la disciplina mediante castigos.
“Las investigaciones muestran que los problemas de disciplina escolar no aumentan significativamente después de la eliminación del castigo físico”.
Según datos de 2023, todos los países europeos y la mayor parte de América del Sur han prohibido el castigo físico en las escuelas. En cambio, los países que todavía permiten el castigo físico, como ciertos estados del sur de Estados Unidos y varios países de África y Oriente Medio, suelen atraer la atención y el debate públicos.
A medida que aumenta la atención mundial a los derechos de los niños, ¿cambiará el lugar que ocupa el castigo físico en las escuelas?