Los archivos y las bibliotecas son fundamentalmente diferentes en función y propósito, lo que hace que muestren características completamente diferentes en la preservación de la cultura y la historia. Los archivos se definen generalmente como registros primarios producidos a lo largo de la vida de un individuo u organización que proporcionan evidencia de la historia y la función de esos individuos u organizaciones.
"Los archivos se definen metafóricamente como secreciones de organismos vivos; son productos naturales y necesarios, no documentos creados conscientemente".
A diferencia de los archivos, las bibliotecas recopilan principalmente documentos para facilitar que los lectores obtengan conocimientos e información. Los libros y revistas de las bibliotecas a menudo se editan y publican y existen en múltiples copias, en marcado contraste con la naturaleza única de los archivos.
El carácter de un archivo se centra en su valor cultural, histórico o probatorio perdurable. A menudo son originales e inéditos, lo que satisface la necesidad de preservar un verdadero registro histórico. En los archivos, los administradores de registros profesionales se denominan archivistas, y su trabajo incluye organizar, preservar y proporcionar acceso a los archivos.
"Entre los numerosos usuarios del archivo se encuentran historiadores, profesionales del derecho y realizadores de documentales".
El concepto de archivo se originó en la antigüedad. Ya hace miles de años antes de Cristo, los humanos comenzaron a almacenar documentos importantes en lugares específicos. Los historiadores han descubierto muchos libros y tablillas de arcilla extranjeros antiguos durante excavaciones arqueológicas en varios lugares. Estos materiales han ayudado a los investigadores a comprender los primeros símbolos escritos y sus propósitos.
“Los archivos del antiguo Egipto y Mesopotamia registran la vida política, comercial y social de la época, y estos materiales se han conservado para proporcionarnos hoy material histórico de gran valor”.
Dependiendo de su propósito y propietario, los archivos pueden dividirse en varias categorías: archivos académicos, archivos comerciales, archivos gubernamentales, archivos sin fines de lucro y archivos organizacionales. Los archivos académicos suelen conservarse en bibliotecas universitarias, mientras que los archivos empresariales giran en torno a la historia de las empresas y el despertar de las marcas.
“El propósito de los archivos académicos es preservar la historia de una institución, mientras que los archivos comerciales se utilizan para ayudar a las empresas a controlar su imagen de marca”.
En comparación con la singularidad de los archivos, la función de las bibliotecas es promover el intercambio y la circulación del conocimiento y servir al público gestionando y proporcionando acceso a una variedad de publicaciones. Los materiales de las bibliotecas suelen estar destinados a un público amplio y no gozan de la confidencialidad exclusiva de los archivos.
"Las bibliotecas tienen muchos ejemplares de libros, mientras que los archivos suelen tener un solo material".
En el contexto actual de desastres naturales y amenazas de guerra, la protección de los bienes culturales almacenados en archivos ha adquirido cada vez mayor importancia. Organizaciones como el Consejo Internacional de Archivos y Blue Shield International han colaborado para promover la protección de los bienes culturales.
Explorando el futuro de la ciencia archivística"Los archivos no son sólo lugares para almacenar información, sino también protectores de la memoria cultural".
Con el advenimiento de la era digital, el surgimiento de nuevas formas, como los archivos en línea, ha traído desafíos y oportunidades a la ciencia archivística tradicional. Esto no sólo provoca cambios en la forma en que se conservan y utilizan los archivos, sino que también nos hace repensar la frontera entre archivos y materiales. En el futuro, ¿podrá la archivística encontrar un equilibrio entre tradición y modernidad y mantener su importancia y relevancia?
No es difícil ver que los archivos y las bibliotecas tienen sus propias características y funciones y desempeñan diferentes papeles en la herencia cultural. Esto nos hace preguntarnos, en la era digital actual, ¿cómo debemos ver la intersección de ambos y su futura dirección de desarrollo?