La pandemia de COVID-19 ha tenido un profundo impacto en la economía mundial y en las cadenas de suministro, especialmente en las empresas de la UE. A medida que surgen desafíos múltiples, casi imprevistos, las empresas se ven obligadas a reevaluar la resiliencia de sus cadenas de suministro para prepararse para futuras contingencias. La resiliencia de la cadena de suministro se define como “la capacidad de una cadena de suministro de continuar, adaptarse o transformarse frente al cambio”. Este concepto ha cobrado especial importancia después de la epidemia.
El desarrollo de la resiliencia de la cadena de suministroA principios del siglo XXI, la gestión de riesgos de la cadena de suministro comenzó a intentar transferir los métodos tradicionales de gestión de riesgos del sistema de la "empresa" al sistema de la "cadena de suministro". Sin embargo, los pasos tradicionales de gestión de riesgos (identificación, evaluación, tratamiento y seguimiento de riesgos) están llegando rápidamente a sus límites en las aplicaciones de la cadena de suministro. Dado que las cadenas de suministro suelen estar formadas por miles de empresas, identificar todos los riesgos visibles se vuelve extremadamente complejo. Para hacer frente a esta complejidad, cada vez más personas prestan atención a la resiliencia de la cadena de suministro, ya que no se trata solo de la identificación de riesgos específicos, sino más importante aún, de las características del sistema.
En el campo de la gestión de la cadena de suministro, la resiliencia diseñada ha dominado el concepto durante mucho tiempo. Esto implica que la cadena de suministro es un sistema cerrado que puede controlarse, similar a los sistemas diseñados y planificados por ingenieros (por ejemplo, las redes de metro). Esto genera expectativas sobre los gerentes similares a las de los ingenieros, requiriéndoles reaccionar rápidamente cuando ocurren perturbaciones para restaurar el sistema a su estado deseado y original lo más rápidamente posible.
La resiliencia de la cadena de suministro puede considerarse un sistema relativamente rígido en el corto plazo.Si bien este enfoque de ingeniería de resiliencia funciona a corto plazo, tiene limitaciones a mediano y largo plazo. De hecho, mientras que los enfoques tradicionales de la ingeniería de la resiliencia se centran en el estado ideal de cadenas de suministro que se restablecen rápidamente, las perspectivas emergentes enfatizan la adaptabilidad y la flexibilidad, permitiendo que las cadenas de suministro sigan operando y sean resilientes frente a las perturbaciones. La perspectiva de la resiliencia socioecológica
La resiliencia socioecológica introduce el concepto de los tomadores de decisiones humanos y sus interacciones sociales, argumentando que las cadenas de suministro, al igual que los ecosistemas, pueden adaptarse continuamente a las condiciones ambientales externas. Esta perspectiva también permite considerar la cadena de suministro como un “sistema de sistemas”, lo que posibilita el análisis de sus interacciones con otros niveles de sistemas, como la sociedad, la economía política e incluso la tierra misma.
La transformación de las cadenas de suministro refleja la transición de los motores de combustión interna a los motores eléctricos, lo que pone de relieve la capacidad del sujeto humano de prever cambios a largo plazo frente a la crisis climática.
Datos de investigaciones recientes muestran que las empresas de la UE han respondido a las importantes interrupciones de la cadena de suministro causadas por la pandemia de COVID-19, los problemas de transporte marítimo y los conflictos geopolíticos. Estos acontecimientos revelan la fragilidad de las cadenas de suministro de la UE, especialmente su dependencia de las importaciones externas. Según las estadísticas, el 44% de las empresas de la UE enfrentaron problemas de transporte y logística al importar desde China en 2023, mientras que solo el 22% de las empresas informaron datos similares al importar solo dentro de la UE.
Los patrones comerciales han cambiado para reducir los riesgos y aumentar la resiliencia de la cadena de suministro.
Por ejemplo, la participación de la UE en las exportaciones a Estados Unidos aumentó al 21% en 2023, en comparación con apenas el 14% en 2010. Estos ajustes no son sólo una respuesta a la situación actual, sino también una adaptación estratégica en la planificación futura.
ConclusiónA medida que la gestión de la cadena de suministro ha recibido cada vez más atención, cómo mantener la flexibilidad y adaptabilidad de la cadena de suministro durante una crisis se ha convertido en el foco de atención de la industria. Ya sea en medidas de emergencia a corto plazo o en la planificación estratégica a largo plazo, la resiliencia socioecológica proporciona una nueva forma de pensar. De cara al futuro, ¿están las empresas preparadas para afrontar cualquier acontecimiento inesperado y redefinir la resiliencia de la cadena de suministro en el proceso?