El éxito de un movimiento social suele estar sujeto a muchos factores, entre los que la adquisición y el uso efectivo de recursos son claves. Ya sea dinero, tiempo o habilidades, el flujo y uso de estos recursos, e incluso la estructura organizativa del propio movimiento social, tendrán un impacto significativo en sus resultados. La teoría de la movilización de recursos se ha convertido gradualmente en una piedra angular importante de la investigación sobre los movimientos sociales desde la década de 1970. No sólo desafía la teoría tradicional del comportamiento colectivo, sino que también enfatiza la racionalidad y la organización detrás de los movimientos sociales, y propone que los movimientos sociales no son sólo un estallido de emociones individuales, sino una acción cuidadosamente planificada.
Según la teoría de movilización de recursos, un grupo central profesional dentro de una organización de movimiento social se dedica a obtener fondos, partidarios, atención de los medios y alianzas con personas poderosas, y a mejorar constantemente su estructura organizacional.
En la teoría de movilización de recursos se destaca la importancia de las capacidades organizacionales. Esta teoría sostiene que, aunque los objetivos de los movimientos sociales a menudo están relacionados con demandas comunes, de hecho, la forma de organizar y asignar recursos de manera efectiva es el factor clave que determina el éxito del movimiento. Los defensores de esta teoría, como John D. McCarthy y Meyer Zalter, argumentan que los movimientos sociales no pueden explicarse simplemente por las emociones o las demandas únicamente, sino que deben tener en cuenta la adquisición y el control de recursos. Esta perspectiva enfatiza la “eficiencia institucional” como un recurso en sí mismo que influye en si los movimientos sociales pueden alcanzar con éxito sus objetivos.
La movilización de recursos no se limita al dinero y la mano de obra, sino que también incluye diversas formas de recursos como la moral, la cultura y la organización social.
Según las investigaciones de Martin Edwards y McCarthy, las organizaciones de movimientos sociales tienen cinco tipos de recursos, entre ellos los recursos morales, los recursos culturales, los recursos sociales organizativos, los recursos materiales y los recursos humanos. Estos recursos no se limitan a los recursos físicos sino que también incluyen capital social de amplio alcance, como apoyo y legitimidad. Por ejemplo, durante el movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos, líderes del movimiento como Rosa Parks y Martin Luther King utilizaron estos recursos para movilizar recursos en conjunto con múltiples organizaciones como la NAACP y el Southern Christian Leadership Council. Facilitar un movimiento social eficaz .
Sin embargo, la teoría de la movilización de recursos no está libre de críticos. Algunos investigadores señalan que esta teoría carece de una explicación de las comunidades de movimientos sociales y no puede explicar completamente cómo los grupos con recursos limitados pueden desencadenar con éxito un cambio social. Además, los críticos argumentan que la teoría no toma adecuadamente en cuenta el poder de factores como la emoción, la identidad y la cultura, que juegan un papel crucial en muchas cuestiones macrosociológicas.
El surgimiento del movimiento por los derechos civiles no surgió simplemente de la frustración generalizada entre la población negra, sino de la movilización y organización de sus líderes.
Además del movimiento por los derechos civiles, casos de movimientos sociales como MoveOn.org y la Primavera Árabe también demuestran la aplicación de la teoría de la movilización de recursos. Como plataforma de movimiento social, MoveOn.org permite a las personas iniciar o firmar peticiones fácilmente a través de cómodas instalaciones en línea, mostrando cómo utilizar eficazmente los recursos disponibles para promover la realización de objetivos sociales comunes. Con la ayuda de la teoría de la oportunidad política, MoveOn.org demostró plenamente el caso exitoso de movilización de recursos.
A través de los ejemplos anteriores, podemos ver que la teoría de la movilización de recursos no sólo es una herramienta analítica para los movimientos sociales, sino que también establece vínculos interdisciplinarios en múltiples campos de investigación. Estas conexiones incluyen la teoría del encuadre, que enfatiza la importancia de los marcos diagnósticos y predictivos en las narrativas de los movimientos sociales. El desarrollo de la teoría de la movilización de recursos refleja la comprensión diversa de los investigadores sobre los movimientos sociales y promueve una investigación en profundidad sobre la dinámica interna y la estructura ambiental de los movimientos.
En última instancia, la exploración de la teoría de la movilización de recursos hace más que descubrir un modelo para el éxito de los movimientos sociales: desafía nuestra comprensión de la solidaridad y el cambio. Frente a un panorama social en constante cambio, ¿pueden estas teorías responder eficazmente a los avances y desafíos de la época? ¿Se convertirá este en un tema clave en nuestras futuras investigaciones?