La Edad de Hielo del Cenozoico Tardío, también conocida como Edad de Hielo Antártica, comenzó en el límite del Paleoceno-Oligoceno hace 34 millones de años y aún continúa. Este es el actual período glacial o iglú de la Tierra, cuyo comienzo marca la formación de la capa de hielo de la Antártida. Esta edad de hielo no sólo cambió el clima terrestre, sino que también tuvo un profundo impacto en la evolución de los seres humanos y el desarrollo del ecosistema terrestre.
Durante las primeras etapas del período glacial, la capa de hielo de la Antártida se formó gradualmente y empujó el clima de la Tierra hacia un enfriamiento. Hace unos 28 millones de años, la capa de hielo de la Antártida Oriental se formó y alcanzó su extensión actual, y durante los siguientes 20 millones de años, los glaciares se expandieron desde el hemisferio norte al hemisferio sur.
“La formación de la capa de hielo de la Antártida transformó la Tierra de un clima cálido de invernadero al actual clima de iglú, que tiene un impacto inconmensurable en el sistema climático global”.
La formación de toda la capa de hielo de la Antártida está estrechamente relacionada con las condiciones climáticas de la Tierra. Hace 34 millones de años, cuando los niveles de dióxido de carbono cayeron a 750 ppm, la topografía de la Antártida comenzó a sustentar la existencia de capas de hielo terrestres. Durante los siguientes millones de años, la capa de hielo de la Antártida se expandió enormemente, un proceso que contribuyó al cambio climático estratégico.
Tres grandes casquetes polares se formaron en la Antártida hace 29 millones de años, ubicados en la zona de la Reina Maude, las montañas Gamburtsev y las montañas Transantárticas. A medida que el clima se enfrió aún más, estos casquetes polares crecieron rápidamente y finalmente se fusionaron para formar la capa de hielo de la Antártida Oriental. Este proceso provocó que la capa de hielo antártica cubriera la mayor parte del área y tuvo un impacto importante en el clima global de esa época.
“La aparición de capas de hielo no sólo afecta al ecosistema antártico, sino que también cambia los patrones climáticos globales, lo que provoca fuertes cambios en la circulación oceánica”.
La expansión de los glaciares en el hemisferio norte comenzó a finales del Plioceno, hace unos 2,9 millones de años, cuando Groenlandia fue cubierta gradualmente por capas de hielo. Durante esta época, gran parte de América del Norte y Eurasia comenzaron a experimentar la influencia de los glaciares. La formación de glaciares no sólo cambió el paisaje de aquella época, sino que también tuvo un enorme impacto en el entorno ecológico.
Durante el último período glacial, estas capas de hielo finalmente alcanzaron su extensión máxima y contribuyeron a una caída global del nivel del mar. Las investigaciones muestran que las temperaturas globales promedio en ese momento eran significativamente más bajas que las actuales, lo que hizo posible la expansión del hielo y la base para el cambio climático futuro.
"Esta cadena de acontecimientos muestra que la existencia y desaparición de las capas de hielo es en realidad parte de un plan más amplio en el sistema climático de la Tierra."
A medida que estas capas de hielo evolucionan, la historia de la humanidad se reescribe. Hace unos 11.700 años terminó la última edad de hielo y entramos en la época del Holoceno en la que vivimos ahora. Los cambios ambientales en esta etapa crearon buenas condiciones para el desarrollo humano, lo que condujo al surgimiento de la agricultura y la civilización. Sin embargo, aunque ahora disfrutamos de un clima relativamente cálido, los efectos de las eras de hielo todavía acechan en nuestro entorno.
En el proceso de estudiar el cambio climático, los científicos se han dado cuenta de que los cambios en las capas de hielo tienen un profundo impacto en la temperatura de la Tierra, los niveles del mar y los ecosistemas. Actualmente, la comunidad científica se enfrenta a un nuevo desafío, que es cómo comprender y responder a los cambios climáticos provocados por las actividades humanas, especialmente en la era del calentamiento global.
"Aunque estamos en un período cálido, los efectos de la edad de hielo continúan, lo que significa que debemos apreciar y proteger nuestra Tierra aún más."
Ante un posible cambio climático futuro, ¿podemos repensar la relación entre los humanos y la Tierra mientras buscamos soluciones para adaptarnos a los desafíos venideros?