Escondido en la playa bañada por el sol se esconde un fenómeno natural aparentemente pacífico pero extremadamente peligroso: un remolino. Estos remolinos se llaman corrientes de resaca, que son corrientes de agua fuertes y estrechas que se precipitan directamente desde la orilla hacia el océano. La velocidad y fuerza de esta corriente a menudo toma por sorpresa a los nadadores desprevenidos, por lo que es aún más importante tener el conocimiento necesario para evitar los remolinos.
Las corrientes de resaca son la principal causa de incidentes de rescate en las playas, y estos remolinos son responsables de aproximadamente 71 muertes por ahogamiento cada año en los Estados Unidos.
La formación de corrientes de resaca está estrechamente relacionada con el movimiento del viento y las olas. Cuando grandes olas se acercan a la orilla, el agua es empujada hacia la playa, provocando que el nivel del agua suba ligeramente. Este exceso de agua regresará a aguas abiertas por el camino de menor resistencia, generalmente a través de depresiones en el fondo marino o huecos en los bancos de arena, formando una corriente de resaca. Cuando la corriente frontal de agua se acerca a la zona de rompiente de las olas, la velocidad del flujo disminuye y la intensidad y la velocidad de la corriente de resaca alcanzan su nivel más fuerte en la superficie del agua.
El pensamiento tradicional sostiene que las corrientes de resaca arrastran a los nadadores bajo el agua, pero, de hecho, las corrientes de resaca son más fuertes en la superficie del agua, donde la fricción ralentiza el flujo hacia abajo.
Debido a la diversidad de la topografía del fondo marino, la ubicación de las corrientes de resaca es difícil de predecir. Algunas playas tienen corrientes de resaca que se repiten con frecuencia debido a formas específicas y predominantes, mientras que otras pueden aparecer aleatoriamente debido a cambios en las mareas o las olas. Esto significa que incluso en playas conocidas, los bañistas pueden correr un gran riesgo sin la observación y el conocimiento adecuados.
De hecho, la capacidad de identificar corrientes de resaca es crucial para los nadadores y quienes realizan otras actividades acuáticas. Identificar correctamente las características de una corriente de resaca puede salvar una vida. Las características más obvias de las corrientes de resaca incluyen:
Aprender a identificar las señales de las corrientes de resaca puede ayudar a las personas a comprender la existencia y ubicación de las corrientes de resaca antes de ingresar al agua.
En algunas playas de Estados Unidos, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica incluso ha instalado señales especiales para recordar a la gente los peligros de las corrientes de resaca y ofrecer orientación y consejos sobre cómo escapar. Especialmente para los nadadores jóvenes, es aún más importante poner en práctica estos conocimientos para que puedan salvarse en momentos críticos.
Si tienes la mala suerte de quedar atrapado en una corriente de resaca, lo primero que debes hacer es mantener la calma. Lo peor que se puede hacer es nadar directamente hacia la orilla, ya que las corrientes de resaca suelen fluir más rápido de lo que una persona promedio puede nadar. En lugar de ello, es necesario nadar de lado a la corriente, normalmente en dirección paralela a la costa, para poder salir rápidamente de la corriente de resaca.
Una vez que se encuentra la salida de la corriente de resaca, regresar a la orilla no es demasiado difícil ya que las olas empujarán a los bañistas nuevamente a la playa.
También es aconsejable relajarse en el agua, flotar o mantenerse a flote y esperar a que la corriente de resaca se disipe naturalmente, esperar ayuda o nadar de regreso a la orilla cuando la corriente disminuya. De todas formas, los buceadores deberían aprender con el tiempo a identificar las corrientes de resaca y cómo lidiar con este peligroso fenómeno natural.
ConclusiónLas corrientes de resaca en la naturaleza no son sólo un fenómeno del océano, sino también una prueba que trae tanto diversión como peligro a la costa. Que podamos reconocer claramente estos peligros potenciales mientras pasamos un rato agradable en la playa depende de si estamos dispuestos a dedicar más tiempo a aprender y comprender sus características de comportamiento.