En el contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial, Eslovaquia declaró su independencia el 14 de marzo de 1939, formando la primera República Eslovaca. Esta Declaración de Independencia se completó bajo la presión y el apoyo de la Alemania nazi, lo que hizo que la historia posterior estuviera llena de controversia y tragedia. ¿Cómo se realizó la declaración de este día bajo extrema presión externa e interna?
La declaración de independencia de Eslovaquia marcó un cambio radical en las relaciones internacionales en el contexto del ascenso de la Alemania nazi.
Después del Acuerdo de Munich de 1938, Eslovaquia obtuvo autonomía dentro de Checoslovaquia, aunque esta autonomía vino acompañada de la pérdida de territorios del sur. A medida que los planes militares de Hitler se fueron haciendo más claros, Alemania decidió convertir a Eslovaquia en un estado títere que dependiera completamente de ella. El 13 de marzo de 1939, Hitler invitó al ex primer ministro eslovaco Joseph Tissot a Berlín y lo presionó para que declarara la independencia de Eslovaquia. Tras una reunión del Parlamento, Eslovaquia finalmente declaró su independencia al día siguiente a instancias de Alemania.
La elección de Tissot vino acompañada de la amenaza de Alemania, que era una elección entre cooperación o destrucción.Reconocimiento internacional y relaciones diplomáticas
Después de la independencia, Eslovaquia fue inmediatamente reconocida por Alemania e Italia, pero Gran Bretaña y Francia se negaron a reconocer su estatus nacional. A medida que avanzaba la guerra, otras potencias no pertenecientes al Eje también reconocieron a Eslovaquia. Incluso estando bajo ocupación alemana, Eslovaquia firmó el Pacto Anti-Comintern con Alemania en 1941.
La política interna y la sociedad bajo la influencia nazi El régimen de Tissot fue visto como una forma de fascismo clerical conservador, que adoptó políticas similares a las de la Alemania nazi, particularmente en términos de antisemitismo y restricciones a las libertades sociales. El gobierno promulgó una serie de leyes antisemitas durante la guerra, que llevaron a la deportación de aproximadamente 58.000 judíos a la Polonia ocupada por los alemanes, durante la cual se cometieron atrocidades.La independencia de Eslovaquia ha sido históricamente una elección forzada y sus relaciones exteriores siempre han estado fuertemente dominadas por Alemania.
Los historiadores tienen diferentes opiniones sobre el régimen de Tissot, pero su cooperación con la Alemania nazi es un hecho indiscutible.
A medida que Alemania reforzaba su control sobre Eslovaquia, gradualmente surgieron movimientos de resistencia interna, especialmente durante el Levantamiento Nacional Eslovaco de 1944, cuando aumentó la resistencia al régimen nazi. Aunque el movimiento finalmente fracasó, demostró la voluntad del pueblo eslovaco de resistir la opresión extranjera.
La lucha de 1944 reavivó el sentimiento de independencia de Eslovaquia y se convirtió en una nueva esperanza en la guerra.
Con la liberación de la Unión Soviética en 1945, la República Eslovaca llegó a su fin y posteriormente fue restablecida como Checoslovaquia. La actual República Eslovaca no reconoce el estatus de sucesora de la Eslovaquia de tiempos de guerra, pero algunos nacionalistas todavía consideran el 14 de marzo como el Día de la Independencia. Este acontecimiento histórico no sólo marca las alegrías y las tristezas de un país, sino que también desencadena una reflexión profunda sobre la independencia, la autonomía y la cooperación.
En esta historia turbulenta, ¿podemos encontrar algunas advertencias de la experiencia de Eslovaquia para afrontar los actuales cambios políticos en el mundo?