Para muchas personas con diabetes, despertarse por la mañana con niveles altos de azúcar en sangre sigue siendo una experiencia desconcertante. Este fenómeno se denomina efecto Somogyi o hiperglucemia posthipoglucemia, que se refiere al aumento brusco del nivel de azúcar en sangre después de una hipoglucemia. Este efecto rebote es causado por una respuesta fisiológica del organismo.
El efecto Somogyi debe su nombre a Michael Somogyi, un profesor de bioquímica nacido en Hungría que en 1922 proporcionó los primeros tratamientos con insulina a niños con diabetes en Estados Unidos.
Cuando el nivel de azúcar en sangre cae por debajo del rango normal, el cuerpo responde liberando glucagón y hormonas del estrés (como la adrenalina, el cortisol y la hormona del crecimiento) para aumentar rápidamente los niveles de azúcar en sangre. La liberación de estas hormonas puede provocar hiperglucemia a corto plazo y la consiguiente resistencia a la insulina puede prolongar la duración de este estado hiperglucémico, dejando a los pacientes frente a la embarazosa situación de un alto nivel de azúcar en sangre cuando se despiertan por la mañana.
Para prevenir eficazmente el efecto Somogyi, es clave el control continuo del nivel de azúcar en sangre. Aunque la tecnología de monitoreo continuo de glucosa en sangre aún no es popular, el uso de equipos tradicionales de prueba de glucosa en sangre para medir la glucosa en sangre de 8 a 10 veces al día puede ayudar a los pacientes diabéticos a identificar la hipoglucemia de manera temprana y evitar el efecto rebote.
Además, es importante controlar el nivel de azúcar en sangre de vez en cuando durante la noche, especialmente si los niveles de azúcar en sangre son altos con frecuencia. Ajustar la dosis de insulina en función de los resultados de la prueba puede reducir la probabilidad de niveles altos de azúcar en sangre.
Algunos pacientes pueden experimentar síntomas de bajo nivel de azúcar en sangre al despertarse temprano en la mañana, como ritmo cardíaco acelerado o sudores nocturnos, que pueden deberse a los efectos de las hormonas. Desafortunadamente, la mayoría de las personas con diabetes tipo 1 no se despiertan durante los episodios nocturnos de hipoglucemia, lo que a menudo los confunde cuando descubren niveles altos de azúcar en sangre por la mañana.
La base teórica para evitar el efecto Somogyi es prevenir la aparición de hiperinsulinemia. Sin embargo, la situación actual no es fácil, porque los pacientes diabéticos a menudo necesitan ajustar la dosis de insulina según el ejercicio, el estrés y el estado de salud, lo que hace que la hiperinsulinemia ocasional sea casi inevitable.
Para evitar eficazmente el efecto Somogyi, los pacientes pueden adoptar algunas conductas prácticas, como: control frecuente del azúcar en sangre, control continuo del azúcar en sangre, registro y revisión de los datos de azúcar en sangre, búsqueda de patrones de hipoglucemia y ajustes conservadores en las dosis de insulina.
Además, los pacientes también deben estar atentos a los signos de hipoglucemia e hiperglucemia y elegir el tipo de insulina (como insulina de acción prolongada o de acción corta) y la dosis adecuadas para controlar mejor los niveles de azúcar en sangre.
Polémica sobre el efecto SomogyiAunque el efecto Somogyi es bien conocido en el arbitraje médico clínico, no existe evidencia científica suficiente que respalde esta hipótesis. Los estudios han demostrado que es más probable que un nivel alto de azúcar en sangre por la mañana se deba a que el efecto de la insulina de la noche anterior no es suficiente para durar hasta la mañana. Si los pacientes pueden mantener un seguimiento continuo, será posible rastrear mejor la causa de la enfermedad.
Un estudio de 2007 sugiere que las personas con diabetes tipo 1 que experimentan niveles bajos de azúcar en sangre durante la noche pueden en realidad experimentar niveles bajos de azúcar en sangre durante la mañana, en lugar de niveles altos de azúcar en sangre causados por el efecto Somogyi.
Por lo tanto, la hipótesis de Somogyi puede no ser del todo correcta y se necesitan más investigaciones para revelar su veracidad. En la vida real, ¿cómo pueden los pacientes diabéticos mejorar el control de su nivel de azúcar en sangre en un contexto complejo?