En el entorno actual que cambia rápidamente, las empresas y los gobiernos se enfrentan a una presión medioambiental cada vez mayor. En este contexto, la aparición de indicadores ambientales proporciona una herramienta eficaz para que las personas comprendan y evalúen las condiciones ambientales. Los indicadores ambientales son mediciones simples que ayudan a las personas a comprender el estado del medio ambiente o la salud humana. Debido a la complejidad del medio ambiente, estos indicadores proporcionan una forma más práctica y económica de rastrear las condiciones ambientales sin tener que volver a registrar todas las variables posibles.
Un indicador ambiental generalmente se define como un valor numérico que ayuda a proporcionar información sobre el medio ambiente o la salud humana.
Por ejemplo, monitorear los cambios en la concentración de sustancias que agotan la capa de ozono (SAO) en la atmósfera a lo largo del tiempo es un indicador importante para comprender el agotamiento del ozono estratosférico. Se han utilizado directrices y marcos para indicadores ambientales para ayudar en la selección y presentación de estos indicadores. Entre ellos, el modelo Presión-Estado-Respuesta (PSR) es una base importante desarrollada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Los indicadores ambientales se pueden dividir en varias categorías, incluidos indicadores ecológicos, indicadores de presión e indicadores de respuesta. Los indicadores ecológicos pueden incluir mediciones físicas, químicas y biológicas, como la temperatura atmosférica, la concentración de ozono estratosférico o el número de aves reproductoras en una zona determinada, para facilitar la comprensión del "estado" del medio ambiente.
El indicador de presión mide el impacto de las actividades humanas o las presiones provocadas por el hombre, como las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los indicadores de respuesta, como el seguimiento del número de personas atendidas por los centros de salud públicos, demuestran aún más la respuesta de la sociedad a los problemas ambientales. Los indicadores ambientales, considerados un subconjunto de indicadores de sostenibilidad, tienen como objetivo rastrear la sostenibilidad ambiental, social y económica general de la sociedad.
Por ejemplo, el marco "DPSIR" (Impulsores, Presiones, Estados, Impactos, Respuestas) liderado por la Agencia Europea de Medio Ambiente proporciona una estructura para evaluar y presentar indicadores ambientales. Los impulsores y los indicadores de presión reflejan el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente. Los indicadores de estado e impacto revelan el estado del medio ambiente y su impacto en los ecosistemas y la salud humana.
Los indicadores de respuesta miden la respuesta y los esfuerzos de la sociedad ante las cuestiones ambientales. El establecimiento de estos indicadores generalmente se centra en tres áreas centrales: credibilidad científica, relevancia de las políticas y necesidades reales de monitoreo.
Además, muchos gobiernos, organizaciones no gubernamentales, grupos comunitarios e instituciones de investigación utilizan indicadores ambientales para revisar si se logran los objetivos de protección ambiental y comunicar las condiciones ambientales al público y a los tomadores de decisiones. A medida que los indicadores han evolucionado, estas mediciones se han vuelto cada vez más diversas y pueden monitorearse a nivel local, regional o nacional.
En una era en la que la humanidad enfrenta desafíos ambientales, algunas personas intentan monitorear y evaluar el estado de todo el planeta a través de indicadores. Lester Brown, del Environmental Policy Institute, señaló una vez que el mundo actual está en modo de trascendencia y que el colapso gradual del sistema global de apoyo natural conducirá a una recesión económica y un colapso social.
Esta serie de advertencias nos recuerda que la aplicación de indicadores ambientales en los sistemas de gestión ambiental corporativa también se ha vuelto crucial.
Por ejemplo, el Plan de Auditoría y Gestión Ambiental de la UE proporciona indicadores básicos para que las organizaciones registradas puedan evaluar su desempeño ambiental y su mejora ambiental continua.
Al seleccionar o desarrollar indicadores, se deben tener en cuenta las diferentes necesidades de los usuarios. En términos generales, los usuarios pueden dividirse en tres categorías amplias: expertos técnicos y asesores científicos, formuladores de políticas y administradores de recursos, y el público en general. Los tecnólogos y científicos se centran más en indicadores complejos y detallados, mientras que los formuladores de políticas necesitan indicadores que puedan evaluar eficazmente los objetivos de las políticas.
En última instancia, el público en general prefiere indicadores con mensajes simples y claros, como el índice UV y el índice de calidad del aire, que son muy relevantes para su vida diaria. Aunque los indicadores ambientales en sí mismos pueden transmitir rápidamente información integral y compleja, cuando se los considera como un conjunto de sistemas de indicadores, pueden reflejar de manera más integral las condiciones ambientales.
Al igual que con varios indicadores organizacionales, son los indicadores numéricos centrales o evaluaciones visuales, como flechas o señales de tráfico, los que pueden ser entendidos por la persona promedio, simplificando aún más sus resultados e impacto. También seguimos siendo testigos de cómo varios importantes sistemas de indicadores ambientales ajustan sus informes de indicadores para centrarse en un "conjunto de indicadores" limitado.
Al reflexionar sobre el diseño de estos indicadores ambientales y la forma en que se comunican, todavía debemos preguntarnos: ¿pueden estos indicadores realmente ayudarnos a proteger el medio ambiente en el futuro?