La tecnología de combustión de lecho fluidizado quema eficientemente una amplia gama de combustibles sólidos de baja calidad, incluidos varios tipos de carbón, desechos de carbón y biomasa leñosa, sin necesidad de una costosa preparación de combustible.
En comparación con las calderas convencionales, las instalaciones FBC ocupan menos espacio y queman la misma carga térmica, lo que ofrece importantes ventajas en términos de coste y flexibilidad. Además, FBC reduce significativamente las emisiones de dióxido de azufre (SOx) al utilizar piedra caliza para precipitar el azufre durante el proceso de combustión. Esta innovación tecnológica no sólo mejora la eficiencia de la transferencia de energía térmica, sino que también reduce la generación de óxidos de nitrógeno (NOx).
Ventajas de la combustión en lecho fluidizadoHay dos razones principales para el rápido crecimiento de FBC: primero, esta tecnología proporciona libertad en la selección de combustible y puede utilizar combustibles que son difíciles de quemar con otras tecnologías; segundo, FBC puede reducir eficazmente los óxidos de nitrógeno durante el proceso de combustión. . emisiones, y el azufre se elimina fácilmente utilizando piedra caliza.
La tecnología de combustión de lecho fluidizado no solo reduce las emisiones contaminantes, sino que también mantiene bajos los problemas de deposición de sólidos y fusión durante el proceso de combustión.
La temperatura de operación de la tecnología de combustión de lecho fluidizado está entre 750 °C y 900 °C, que es mucho más baja que la temperatura de operación de otras tecnologías tradicionales (como 850 °C), controlando así eficazmente la generación de óxidos de nitrógeno. Al mismo tiempo, la eficiencia de combustión del FBC mejora significativamente porque su eficiencia de intercambio de calor es diez veces mayor que la de los procesos de combustión tradicionales, lo que lo hace más respetuoso con el medio ambiente.
La primera generación de sistemas de combustión de lecho fluidizado presurizado también utilizaba un oxidante e inyección de aire para suspender la mezcla, pero operaban a presiones más altas y producían una corriente de gas a alta presión que podía impulsar una turbina de gas.
La evolución gradual de la tecnología de lecho fluidizado presurizado ha mejorado la eficiencia y puede combinar gas y vapor para lograr una utilización óptima de la energía.
Si bien la tecnología de combustión en lecho fluidizado ofrece muchas ventajas, también enfrenta algunos desafíos, como la erosión de los tubos internos de la caldera y temperaturas desiguales debido al bloqueo de la entrada de aire. Además, algunos sistemas pueden tardar mucho tiempo en iniciarse, a veces hasta 48 horas.
Sin embargo, con el avance de la tecnología y los crecientes requisitos ambientales, la combustión en lecho fluidizado sigue evolucionando, esforzándose por reducir las emisiones, mejorar la eficiencia y resolver los problemas operativos existentes.
Como ocurre con muchas tecnologías nuevas, ¿la combustión en lecho fluidizado seguirá siendo competitiva en la producción futura de energía?