En el latido del corazón hay una parte clave y poco conocida: la onda QRS. La combinación de estas tres formas de onda suele ser la parte más visible del electrocardiograma (ECG o EKG), encargada de mostrar la despolarización de los ventrículos y la contracción normal del corazón. La duración y la forma de las ondas QRS pueden revelar la salud del corazón y los posibles riesgos de enfermedad.
Las ondas QRS representan la transmisión rápida de señales eléctricas desde el corazón y la contracción de las fibras miocárdicas.
La formación de ondas QRS está estrechamente relacionada con la despolarización ventricular. A medida que las señales eléctricas pasan rápidamente a través de los haces de His y las fibras de Purkinje, los ventrículos se despolarizan casi simultáneamente. La duración del QRS en un adulto normal oscila entre 80 y 110 milisegundos, mientras que en los niños este tiempo puede ser más corto. Si la duración excede este rango, se considera un signo de complejo QRS ancho.
Cualquier anomalía en el complejo QRS puede reflejar un problema de conducción en el corazón. Por ejemplo, en el caso del bloqueo de rama, se observa una segunda onda ascendente en el complejo QRS, que se denomina R′ (R prima). Estos cambios pueden indicar problemas como un infarto de miocardio pasado o hipertrofia auricular.
La forma, duración y amplitud de las ondas QRS proporcionan pistas cruciales en el diagnóstico de enfermedades cardíacas.
Las ondas Q normales suelen representar la despolarización del tabique ventricular, mientras que las ondas Q patológicas muestran signos de daño al miocardio, a menudo asociados con un infarto de miocardio pasado. Una onda Q patológica se caracteriza por una amplitud superior al 25% de la onda R posterior o una anchura superior a 0,04 segundos.
En diferentes guías anteriores del tórax, la progresión de la onda R generalmente comienza desde la onda compleja de tipo rS en V1. A medida que la guía se mueve hacia la izquierda, la amplitud de la onda R aumentará y la amplitud de la onda S. disminuirá. La progresión normal de la onda R es indicativa de la estructura y función eléctrica normales del corazón.
El tiempo pico de la onda R (RWPT) es el tiempo desde el inicio del complejo QRS hasta el pico de la onda R, y este parámetro es fundamental para monitorear la salud del corazón. Los rangos de RWPT de los ventrículos izquierdo y derecho son diferentes: el límite superior normal para el ventrículo izquierdo es de 45 milisegundos y el límite superior normal para el ventrículo derecho es de 35 milisegundos.
El punto J es el punto donde la onda QRS cruza el segmento ST, y su ubicación también es de gran importancia para la evaluación de la salud del corazón. Cuando el segmento ST aparece horizontal, la identificación del punto J es relativamente sencilla, pero cuando el segmento ST aparece oblicuo o la onda QRS se ensancha, es difícil localizarlo claramente.
No todos los complejos QRS contienen ondas Q, R y S, pero en la práctica clínica, interpretar correctamente la combinación de diferentes formas de onda puede proporcionar un diagnóstico más preciso. Ya sea un complejo QRS monomórfico o polimórfico, esto es fundamental para la identificación de arritmia.
La detección y el análisis precisos de las ondas QRS son particularmente importantes para comprender la salud del corazón.
Con el avance de la tecnología, los algoritmos para la detección de ondas QRS continúan evolucionando. Entre ellos, el algoritmo de Pan-Tompkins y el método basado en la transformada de Hilbert se utilizan ampliamente en el análisis de señales de ECG. Además, investigaciones recientes también han propuesto un método de detección de latidos cardíacos basado en gráficos de visualización, que pueden anotar rápidamente picos de onda R en datos de electrocardiogramas ruidosos.
La discusión sobre las ondas QRS no es solo un avance tecnológico, sino que también nos ayuda a comprender profundamente la naturaleza de la salud del corazón. Ante señales cardíacas tan complejas pero importantes, ¿estamos preparados para explorar más profundamente la salud de nuestro propio corazón?