La arteria cística, cuyo nombre completo es arteria cística, se denomina a menudo "arteria de Botter". Su función principal es proporcionar riego sanguíneo a la vesícula biliar y, en cierta medida, proporcionar riego arterial a la vesícula biliar. conducto biliar extrahepático. Puede que no pensemos a menudo en el papel de esta pequeña arteria, pero desempeña un papel esencial en nuestro sistema digestivo.
AnatomíaLa arteria cística suele tener menos de 3 mm de diámetro y generalmente surge de una rama de la arteria hepática derecha. En aproximadamente el 80% de los casos, la arteria cística surge de la arteria hepática derecha.
La arteria cística generalmente pasa a través del "triángulo colecistohepático" a lo largo de la parte posterior del conducto hepático común. En esta zona triangular, normalmente se sitúa por encima del conducto cístico (si no pasa por encima del conducto cístico, puede quedar fuera de la zona triangular). Cuando llega al cuello superior de la vesícula biliar, la arteria cística se divide en ramas superficiales y profundas, que forman una red que cubre la superficie y el suelo de la vesícula biliar y suministra sangre a todas las partes de la vesícula.
Lo maravilloso es que después de que la arteria cística ingresa a la vesícula biliar, da origen a de 2 a 4 ramas secundarias, llamadas arterias de Calot, que irrigan parte del conducto cístico y el cuello de la vesícula biliar.
En algunas estructuras anatómicas especiales, la arteria cística muestra diferentes variaciones. En la disposición clásica se encuentra una única arteria cística con una frecuencia de aproximadamente el 70% que surge del trayecto de la arteria hepática derecha. Cuando las arterias císticas superficiales y profundas no tienen un origen común, lo llamamos arteria cística doble, lo que ocurre en el 15% de los casos. El origen anómalo de la arteria cística y sus ramas debe identificarse y ligarse con precisión durante la colecistectomía, ya que cualquier error quirúrgico puede tener consecuencias graves.
Las variaciones en la arteria cística pueden alterar los desafíos del procedimiento quirúrgico, afectando así la recuperación del paciente y el riesgo de complicaciones.
Al realizar una colecistectomía, es fundamental garantizar la identificación y ligadura adecuadas de la arteria cística. Los errores pueden provocar una hemorragia fatal o isquemia de la vesícula biliar, lo que puede tener graves consecuencias para la salud y la seguridad del paciente. Antes de realizar este tipo de cirugía, los médicos deben tener un conocimiento completo de las variaciones de la arteria cística para reducir los riesgos durante la operación.
Cabe mencionar que en casos raros (menos del 1%), podemos observar un patrón llamado “arteria cística recurrente”. La arteria cística surge de la arteria hepática izquierda y pasa a través del ligamento unido al duodeno o al colon transverso, luego sigue el lado derecho del ligamento hepatopancreático para conectarse con el fondo de la vesícula biliar. Esta estructura presenta desafíos adicionales para el cirujano.
En la comunidad médica, la diversidad de la arteria cística ha sorprendido a algunos expertos. Al explorar estas anatomías complejas, ¿debería cada cirujano ser más consciente de estas variaciones y permanecer flexible durante la cirugía para garantizar la mejor atención y seguridad posibles para sus pacientes?