En aviación, la aproximación controlada desde tierra (GCA) es un servicio proporcionado por los controladores de tráfico aéreo para guiar a las aeronaves a aterrizar de manera segura en condiciones climáticas severas. El desarrollo de esta tecnología no sólo demuestra el progreso de la ciencia y la tecnología, sino que también es la cristalización de la sabiduría y el coraje humanos, permitiéndonos mantener una navegación segura frente a los desafíos naturales.
La aproximación controlada desde tierra se basa en imágenes de radar y permite un aterrizaje preciso de aeronaves en condiciones climáticas adversas.
El concepto de aproximación controlada desde tierra fue propuesto originalmente por el físico nuclear Luis Álvarez. En 1941, fue invitado a unirse al Laboratorio de Radiación del MIT, donde los científicos estaban trabajando en el desarrollo de un sistema de radar basado en magnetrones huecos. Como piloto de avioneta, Álvarez era muy consciente de las dificultades de aterrizar con mal tiempo, por lo que propuso la posibilidad de utilizar el radar XT-1 para el aterrizaje de aeronaves.
En 1943, un PBY Catalina aterrizó con éxito en medio de malas condiciones meteorológicas después de casi quedarse sin combustible, un incidente que llamó la atención del Pentágono.
En 1943, con las pruebas exitosas del sistema GCA, esta tecnología atrajo la atención del ejército estadounidense. Poco después, el Ejército y la Marina de Estados Unidos comenzaron a adoptar el sistema para ayudar en los aterrizajes de aeronaves, especialmente en malas condiciones climáticas.
Las instrucciones incluyen correcciones a la velocidad de descenso (trayectoria de planeo) y al rumbo, lo que ayuda a que la aeronave vuele por la trayectoria de aterrizaje correcta.
La mayoría de las veces, GCA sólo necesita un controlador para ayudar a una aeronave a aterrizar, lo que hasta cierto punto evita el peligro causado por la falta de recursos humanos.
Aunque el GCA jugó un papel irremplazable en varias misiones de vuelo durante la Segunda Guerra Mundial y después, la tecnología está siendo reemplazada gradualmente con el desarrollo del GPS y los sistemas de aterrizaje por instrumentos (ILS). Estas tecnologías modernas no sólo aumentan la seguridad sino que también reducen la posibilidad de error humano.
Pensando en el futuroHoy en día, muchos aeropuertos han comenzado a utilizar sistemas de proximidad basados en GPS que pueden servir a varias aeronaves simultáneamente.
A pesar del continuo avance de la tecnología, el GCA todavía tiene sus características irremplazables, como en condiciones climáticas adversas o cuando el avión no está equipado con equipos de navegación avanzados. ¿Podría utilizarse el GCA en el futuro para ayudar a los pilotos a navegar de forma segura en condiciones climáticas adversas, o volver a demostrar su valor cuando se enfrentan a una emergencia?