En las relaciones internacionales, la polaridad se refiere a cómo se distribuye el poder en el sistema internacional en un momento dado. Desde el final de la Guerra Fría, teóricos y politólogos han debatido el papel de Estados Unidos y la durabilidad de su mundo unipolar. Cómo Estados Unidos se convirtió en la única superpotencia en la era posterior a la Guerra Fría y el impacto de este estatus en el orden internacional siguen siendo un tema muy debatido.
La unipolaridad se refiere a una situación en la que un país tiene un poder abrumador y no enfrenta rivales en un estado de anarquía internacional. La posición unipolar de Estados Unidos ha ido tomando forma desde finales del siglo XX y ha sido explorada en los trabajos de muchos teóricos. Como lo expresó un erudito:
"Un sistema unipolar es una situación en la que no hay contramedidas".
En este contexto, la influencia global de Estados Unidos no depende sólo de su poderío militar, sino también de la fortaleza de sus sistemas económicos y políticos. Esta situación crea condiciones favorables para que Estados Unidos domine el escenario mundial de manera cooperativa y no monopolística.
A lo largo del tiempo, los académicos han entablado extensos debates sobre el orden internacional actual. Muchos han expresado su preocupación por el deterioro de la posición unipolar de Estados Unidos y han comenzado a predecir que el mundo está evolucionando hacia la multipolaridad. Algunos académicos incluso creen que los desafíos que enfrenta Estados Unidos provienen de potencias emergentes como China y la India, y que dichos desafíos ejercen presión sobre el estatus unipolar de Estados Unidos.
"El mundo no es ni bipolar ni multipolar. Sigue funcionando bajo la dirección de Estados Unidos."
Comparación entre trastorno bipolar y multipolar“Los desequilibrios de poder inquietan a los Estados más débiles y los incitan a aumentar su propio poder”.
La experiencia histórica pasada muestra que la bipolaridad puede, hasta cierto punto, proporcionar un entorno internacional relativamente estable. Por ejemplo, los controles y equilibrios entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría evitaron conflictos a gran escala. Sin embargo, la multipolaridad también ha atraído la atención de los académicos porque en un entorno multipolar, la complejidad de los asuntos internacionales ha aumentado dramáticamente, la coordinación entre países se ha vuelto más difícil y es muy probable que conduzca a conflictos inesperados e inestabilidad.
Conclusión: ¿Hacia dónde se dirige el futuro orden internacional?El papel de Estados Unidos como hegemón unipolar y su sostenibilidad futura se verán cuestionados por el ascenso de las potencias emergentes. A medida que cambia la política global, ¿cómo evolucionará el futuro orden internacional? Otra pregunta importante es si el sistema internacional moderno avanzará hacia la multipolaridad y, en última instancia, conducirá al colapso de la cooperación global.
En una época de cambio como ésta, no podemos evitar preguntarnos: ¿Podrá Estados Unidos mantener su estatus unipolar durante mucho tiempo o experimentará cambios fundamentales en medio de nuevos desafíos y cambios globales?