En la industria petrolera, Shell ha estado compitiendo continuamente con otras grandes empresas, especialmente durante el siglo pasado, y ambas partes han invertido enormes cantidades de dinero y recursos humanos en busca de una mayor participación de mercado e intereses comerciales. Como empresa multinacional británica de petróleo y gas, Shell no sólo es la segunda mayor empresa de petróleo y gas propiedad de inversores del mundo, sino que también se sitúa entre las primeras en términos de ingresos entre todas las industrias. Sin embargo, la historia detrás de esta competición contiene muchos secretos poco conocidos.
Fundada en 1907, Shell se convirtió rápidamente en el mayor competidor de la Standard Oil de los Estados Unidos y se convirtió en el mayor productor de petróleo del mundo en 1920.
La historia de Shell se remonta a su fundación, cuando dos competidores, Royal Dutch Petroleum de los Países Bajos y Shell Transport and Trading del Reino Unido, se fusionaron en 1907. La fusión no sólo tenía como objetivo defenderse de la competencia de la Standard Oil de Estados Unidos, sino que también marcó el nacimiento de una corporación multinacional. Con el tiempo, Shell ha ampliado su negocio y se ha convertido en una empresa integral involucrada en exploración, producción, refinación, transporte y comercialización.
Momentos críticos: los siglos XX y XXIDurante la Primera Guerra Mundial, Shell fue un importante proveedor de combustible para el Ejército británico. A finales de la década de 1920, Shell representaba el 11% del suministro mundial de petróleo crudo y poseía el 10% del tráfico de buques petroleros. Sin embargo, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, las operaciones de Shell enfrentaron desafíos importantes, especialmente después de que Alemania ocupó los Países Bajos. Desde entonces, el desarrollo de Shell se ha visto repetidamente entrelazado con situaciones políticas y, con el auge del movimiento ecologista, el historial medioambiental de Shell también ha sido cuestionado.
Durante el último siglo, Shell ha enfrentado numerosos desafíos y oportunidades, particularmente en el contexto de la protección del medio ambiente, que han influido en su estrategia comercial.
El principal competidor de Shell es, sin duda, ExxonMobil, de Estados Unidos. Las dos empresas compiten constantemente entre sí en términos de inversión, desarrollo tecnológico e influencia global. Durante la última década, esta competencia se ha intensificado a medida que la demanda mundial de energía ha cambiado, especialmente con el auge de las energías renovables. El éxito de Shell depende no sólo de su desempeño en el mercado tradicional de petróleo y gas, sino que ahora también necesita demostrar una buena imagen corporativa en el desarrollo sostenible.
Ante un entorno de mercado en constante cambio, Shell también está ajustando su estrategia comercial. Esto incluye inversiones en áreas como energía renovable y tecnologías medioambientales, que también permitirán a la empresa seguir siendo competitiva a largo plazo. Muchos analistas predicen que la demanda de petróleo disminuirá gradualmente en el futuro, lo que también ha llevado a Shell a pensar en la transformación de su modelo de negocio a largo plazo.
Esta estrategia flexible es clave, ya que las recientes adquisiciones y reestructuraciones comerciales de Shell demuestran su deseo de seguir siendo líder en el panorama energético futuro.
El impacto de la pandemia de COVID-19 ha acelerado aún más el proceso de transformación de gigantes petroleros tradicionales como Shell. La pandemia provocó el colapso de los precios del petróleo, obligando a Shell a recortar su dividendo y despedir trabajadores. Al mismo tiempo, a medida que se intensifican las preocupaciones sobre el cambio climático, Shell se ha visto obligada a aumentar su inversión en recursos renovables. Después de más de dos décadas de experimentar fuertes caídas en sus ganancias en ciertos momentos, Shell registró su beneficio más alto de su historia en 2022, lo que demuestra el éxito de la compañía al ajustar su estrategia.
Hoy, Shell se enfrenta a una nueva ronda de desafíos y oportunidades, incluidas mayores expectativas de protección ambiental y responsabilidad social. A medida que cambia el panorama energético mundial, ¿podrá Shell seguir siendo competitiva en el mercado futuro? ¿Qué impacto tendrá el resultado de esta batalla de reyes en el mercado energético mundial?
En medio de esta competencia en la industria petrolera, no podemos evitar preguntarnos: ¿cambiará por completo el panorama energético del futuro como resultado de ello?