En el mundo del diseño electrónico, a menudo se mencionan técnicas de prueba de fallas, especialmente el método de generación de patrones de prueba automática (ATPG). Esta tecnología no solo permite a los ingenieros capturar posibles errores de circuito durante el proceso de fabricación, sino que también mejora la calidad del producto final. ATPG genera una serie de modos de prueba, lo que permite que el equipo de prueba identifique efectivamente comportamientos anormales durante la operación del circuito.
El efecto del ATPG generalmente se mide en el número de fallas detectables y el número de modos de prueba generados.
Según diferentes tipos de ATPG, esta tecnología se divide en dos categorías: ATPG de lógica combinada y ATPG lógico secuencial. La lógica de combinación ATPG se dirige principalmente a pruebas independientes de líneas de señal, mientras que el ATPG lógico secuencial requiere búsquedas más complejas de posibles secuencias de vectores de prueba.
El modelo de falla se refiere a la descripción de posibles defectos durante la fabricación en forma matemática. A través de estos modelos de falla, los ingenieros pueden evaluar de manera más efectiva el comportamiento de los circuitos frente a la rota o inestabilidad. Los modelos de falla actuales, como la suposición de un solo fallado y la suposición de múltiples famosos, ayudan a los equipos a comprender la posibilidad de falla y a crear estrategias de prueba más efectivas.
En algunos casos, no se puede detectar una falla.
Por ejemplo, los modelos de falla de la unidad (como fallas "atascadas") son uno de los modelos de falla más populares en las últimas décadas. Este modelo cree que algunas líneas de señal en el circuito pueden fijarse a un cierto valor lógico, independientemente de cómo cambien otras entradas. La combinación de estos modelos de falla puede reducir significativamente el número de pruebas requeridas y mejorar la eficiencia de las pruebas.
se pueden dividir en muchos tipos, incluidas las fallas de circuito abierto, las fallas de retraso y las fallas de cortocircuito. Estos diferentes tipos de fallas requieren el desarrollo de las estrategias de prueba correspondientes para garantizar que las fallas puedan identificarse de manera efectiva. Las fallas de retraso pueden causar un funcionamiento anormal debido a la lenta propagación de la señal en la ruta del circuito, lo cual es particularmente crítico en los diseños de alto rendimiento.
El impacto de la diafonía y el ruido de la fuente de alimentación en la confiabilidad y el rendimiento no se puede ignorar en la verificación de diseño actual.
Además, como el diseño tiende hacia la nanotecnología, han seguido nuevos problemas de pruebas de fabricación. A medida que los diseños se vuelven cada vez más complejos, el modelado de fallas existente y las tecnologías de generación de vectores deben ser innovadoras para considerar la información del tiempo y el rendimiento en condiciones de diseño extremas.
Los algoritmos ATPG pasados, como los algoritmos D, han proporcionado soluciones prácticas para la generación de pruebas, y con el avance de la tecnología, muchos algoritmos nuevos, como el generador de espectro automático espectral (WASP), han mostrado potencial en la prueba de circuitos complejos. Estos algoritmos no solo aceleran la velocidad de prueba, sino que también mejoran la cobertura de la prueba.
Junto con lo anterior, el desarrollo de ATPG es crucial en el contexto de los modelos de falla existentes y la nanotecnología emergente. Su enfoque innovador continuo no solo puede mejorar la calidad de las pruebas, sino también proporcionar una mayor confiabilidad y estabilidad para futuros productos electrónicos. ¿Crees que hay otras formas de mejorar aún más la calidad de las pruebas en esta era de tecnología en rápido desarrollo?