El 26 de abril de 1986, la explosión del cuarto reactor de la central nuclear de Chernóbil conmocionó al mundo. Este accidente no sólo es el peor desastre nuclear de la historia, sino también una importante advertencia para la seguridad de la producción de electricidad en todo el mundo. En Ucrania, que entonces formaba parte de la Unión Soviética, la ciudad de Pripyat, famosa por el accidente, se convirtió instantáneamente en una ciudad muerta y numerosos residentes se vieron obligados a huir de sus hogares.
El accidente de Chernóbil todavía se considera uno de los ejemplos más críticos de accidente nuclear y, como tal, obligó a muchos países a reevaluar sus estándares de seguridad nuclear y preparación para emergencias.
Más de 500.000 trabajadores de rescate participaron en las labores de limpieza posteriores y se estima que el coste de este desastre asciende a 700.000 millones de dólares estadounidenses. Durante una prueba simulada, los operadores no lograron controlar adecuadamente las condiciones del reactor, lo que finalmente provocó una terrible explosión.
En el momento de la explosión, los operadores de la planta nuclear de Chernóbil estaban realizando una simulación para probar cómo un reactor se mantendría frío en la oscuridad. Sin embargo, fallas de diseño en el sistema provocaron una violenta explosión de energía cuando se redujo la potencia del reactor, lo que finalmente provocó el colapso del reactor y la posterior fuga de radiación.
"Esto no es un accidente industrial común, sino un desastre institucional".
Debido a las lagunas técnicas y de gestión de la época, el desastre cambió casi instantáneamente el destino de innumerables familias. 49.000 residentes fueron evacuados por primera vez, y luego el alcance se amplió y 68.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares. La central nuclear de Chernóbil fue completamente cerrada después del accidente y a su alrededor se formó una zona de exclusión de 30 kilómetros como medida permanente de protección medioambiental.
La causa fundamental del accidente se remonta a fallos de diseño y errores operativos en el reactor. Al controlar el proceso de pruebas, los operadores no se dieron cuenta de los riesgos potenciales que implicaba que el reactor funcionara a baja potencia, lo que reducía enormemente la estabilidad del reactor. Cualquier caída de potencia inesperada podría provocar un "envenenamiento" del reactor por baja potencia, lo que complicaría el programa de control e imposibilitaría una respuesta efectiva.
"El manual de operaciones no sólo no proporcionó una guía eficaz, sino que incluso provocó errores en momentos críticos".
Según investigaciones posteriores, el funcionamiento del reactor se desvió de lo previsto durante la prueba, especialmente ante la disminución de potencia y las condiciones inestables. Se retiraron muchas barras de control del reactor, lo que agravó la inestabilidad y finalmente condujo a una situación irreversible.
Explosión y consecuenciasA la 1:23 am del 26 de abril de 1986, cuando todos los preparativos de prueba estaban listos, el reactor comenzó a realizar pruebas. Sin embargo, el sistema de apagado de emergencia (AZ-5) se activó como medida de seguridad en ese momento, y el proceso de inserción rápida de las barras de control provocó un aumento de energía mayor debido a un defecto de diseño.
En cuestión de segundos, la potencia del reactor se disparó hasta alcanzar más de diez veces su nivel normal. Esta terrible acumulación de energía provocó una potente explosión de vapor que destruyó todo el edificio del reactor y esparció una gran cantidad de material radiactivo por los alrededores. La explosión nuclear del reactor y sus consecuencias no sólo se cobraron las vidas de los dos ingenieros que estaban en funcionamiento, sino que también plantearon riesgos para la salud a largo plazo para muchas otras personas que posteriormente estuvieron expuestas a la radiación.
Hasta el día de hoy, los científicos siguen calculando el número total de víctimas que este desastre pudo haber causado. Aunque el Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas estimó que el número final de víctimas sería inferior a 100, un informe de la Organización Mundial de la Salud de 2006 predijo que podrían producirse 9.000 muertes relacionadas con el cáncer en Ucrania, Bielorrusia y Rusia. Limpieza y secuelas"Chernobyl fue un encuentro de pesadilla entre la tecnología humana y las fuerzas de la naturaleza".
Posteriormente, para evitar la propagación de la radiación, se construyó un dique alrededor de la central nuclear de Chernóbil y, a finales de 1986, se completó una "cubierta" temporal. Con el tiempo, esta estructura temporal tendrá que descargar la masa nuclear del reactor averiado, una operación de limpieza que no se completará hasta 2065.
Esta tragedia hizo que el mundo entero reexaminara la cuestión de la seguridad nuclear, y las lecciones aprendidas no se han olvidado hasta el día de hoy. ¿En medio de semejante fiesta tecnológica se esconden crisis invisibles?