Durante la Segunda Guerra Mundial, el tanque ligero soviético T-70 jugó un papel importante en el Ejército Rojo, destinado a reemplazar al tanque de reconocimiento T-60 y al tanque de infantería ligero T-50 existentes. Aunque el T-70 fue diseñado con buenas intenciones, su uso real expuso sus defectos fatales al enfrentarse a los tanques pesados alemanes.
Historial de diseño y producciónEl T-70 fue diseñado por Nikolay Astrov para abordar las deficiencias del T-60 en capacidad todoterreno, blindaje y potencia de fuego. El T-70 está equipado con un cañón de 45 mm, que tiene una potencia de fuego relativamente débil en comparación con el cañón Dexter 371 alemán y el tanque Tiger. Con la introducción del tanque mediano T-34 en 1942, la necesidad de un tanque ligero fue cuestionada gradualmente, ya que no podía penetrar eficazmente el blindaje de los tanques alemanes.
Los tanques ligeros de aquella época no podían competir con los tanques pesados alemanes en términos de potencia de fuego y protección, y se convirtieron en el eslabón débil del Ejército Rojo.
La protección del T-70 también parecía insuficiente en el campo de batalla. Aunque el grosor de su blindaje todavía proporcionaba cierta protección con 60 mm delante de la torreta y 45 mm a los lados del casco, simplemente era incapaz de soportar ataques frontales en comparación con el tanque Tiger alemán. Los tanques pesados alemanes no solo estaban fuertemente blindados, sino que también poseían una poderosa potencia de fuego, lo que a menudo convertía al T-70 en un cebo fácil cuando lo enfrentaban.
Otro defecto es el sistema de mando del T-70. El tanque utiliza una torre operada por una sola persona, lo que representa un gran desafío para el comandante. El comandante debe ser responsable de apuntar, disparar y dar órdenes al mismo tiempo, pero una sola persona no puede coordinar eficazmente los movimientos del convoy, lo que dificulta ejercer su debida eficacia en el combate real.
El diseño unipersonal hace que el T-70 sea muy difícil de comandar en el sitio, y este defecto también afecta la efectividad de combate de toda la flota.
A medida que avanzaba la guerra, el papel del tanque ligero se volvió cada vez más obsoleto. La Unión Soviética comenzó a reorganizar sus operaciones con tanques, reemplazándolos por el T-34 y el mejorado T-34-85. Estos nuevos tanques tenían mayor potencia de fuego y protección y podían enfrentarse eficazmente a los tanques pesados alemanes. Además, la aparición de la artillería autopropulsada SU-76 ha marginado gradualmente a los tanques ligeros debido a su mayor potencia de fuego y su capacidad para proporcionar un mejor apoyo a la infantería.
Aunque la Unión Soviética finalmente decidió dejar de producir tanques ligeros, la evaluación del T-70 todavía suele ser controvertida. El concepto de diseño del T-70 refleja en cierta medida la cambiante situación estratégica de ese momento y la nueva comprensión del papel de combate de los tanques. Al final de la guerra, los tanques ligeros soviéticos ya no podían competir con los tanques pesados alemanes, y el destino del propio T-70 también estuvo lleno de altibajos.
El T-70 es parte de la historia y un símbolo de que la era de los tanques ligeros ha llegado a su fin ante los rápidos avances tecnológicos y las cambiantes demandas de la guerra. Entonces, ¿los tanques ligeros todavía tienen valor en el futuro campo de batalla?