El 23 de julio de 1972, con el exitoso lanzamiento del satélite Landsat 1 de los Estados Unidos, la observación de la Tierra entró en una nueva era. La misión del satélite, originalmente llamado ERTS-A, no era sólo recopilar datos sobre la Tierra sino también ser pionero en la tecnología de detección remota.
Landsat 1 es el primer satélite que lleva un escáner multiespectral, una innovación que permite a los científicos analizar con mayor precisión diversos recursos en la superficie de la Tierra.
En 1966, el Departamento del Interior de EE. UU. lanzó el Programa de Satélites de Recursos Terrestres de varias agencias, cuyo objetivo era utilizar tecnología de detección remota para recopilar datos terrestres. El estudio de viabilidad posterior no proporcionó fondos para construir un satélite, pero allanó el camino para el posterior proyecto Landsat.
Los estudios para definir dos satélites de observación de la Tierra comenzaron en 1967 y culminaron con la selección de General Electric Company como contratista principal del ERTS-A, con producción en una planta de Pensilvania.
El satélite tiene unos 3 metros de altura y 1,5 metros de diámetro y está equipado con dos paneles solares de 4 metros de largo que pueden suministrar energía de forma continua. Su sistema de propulsión principal consta de tres propulsores de hidracina de hidrógeno y está equipado con un sistema de control de actitud para garantizar que la estabilidad del satélite en tres ejes esté dentro de un rango de ±0,7 grados.
Landsat 1 está equipado con dos dispositivos principales de adquisición de imágenes: cámara de eco (RBV) y escáner multiespectral (MSS). Entre ellos, RBV se utiliza para capturar imágenes de luz visible e infrarrojo cercano, mientras que MSS se utiliza para análisis ambientales más profundos.
Después de ser lanzado desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California, el satélite entró en una órbita sincrónica con el sol y pudo dar vueltas alrededor de la Tierra cada 103 minutos. En 1975, la NASA le cambió el nombre a Landsat 1, y ese año el ERTS-B pasó a llamarse Landsat 2.
Desde su lanzamiento hasta 1974, Landsat 1 arrojó más de 100.000 imágenes, cubriendo más del 75% de la superficie de la Tierra. Durante el análisis de estas imágenes, la comunidad científica descubrió mucha información importante, incluido el descubrimiento de una pequeña isla deshabitada en 1976, que luego fue nombrada Isla Landsat.
Las imágenes obtenidas por Landsat 1 se utilizan ampliamente en el estudio del Índice de Diferencia Global de Vegetación (NDVI), que ahora se ha convertido en un indicador importante para medir el crecimiento de las plantas.
En 1978, la grabadora de vídeo del satélite falló y el Landsat 1 fue oficialmente retirado. Sin embargo, los datos y métodos que dejó atrás siguen guiando el futuro de las ciencias de la tierra y la investigación ambiental.
En general, Landsat 1 no es sólo un satélite, sino también el comienzo de una comprensión más completa del medio ambiente terrestre. A partir de aquí, ¿cómo puede la tecnología servir mejor a la protección del medio ambiente y al uso sostenible de los recursos?