La educación se considera ampliamente la piedra angular del desarrollo de un país, y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) de las Naciones Unidas apunta a garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación inclusiva y equitativa de calidad. Desde 2015, los países han comenzado a avanzar hacia la reducción de las desigualdades educativas, buscando brindar una educación gratuita, equitativa y de calidad. Las metas específicas de este objetivo incluyen garantizar que todas las niñas y todos los niños completen una educación gratuita y obligatoria de calidad, mejorar las oportunidades para que los adultos y los jóvenes adquieran habilidades laborales pertinentes y eliminar las disparidades de género en la educación.
Sin embargo, si bien hemos visto algunos avances en el aumento del acceso a la educación en todo el mundo, aún quedan desafíos importantes.
Según el informe de 2017, 2,62 millones de niños y adolescentes todavía no asisten a la escuela y más de la mitad de los niños y adolescentes en todo el mundo no alcanzan los estándares mínimos de competencia en lectura y matemáticas. A medida que se propaga la pandemia de COVID-19, cientos de millones de niños y adolescentes han sufrido graves retrocesos en su aprendizaje, lo que sin duda dificulta el logro del ODS 4. Para promover la equidad educativa, la comunidad internacional debe aumentar la inversión en educación, especialmente en los países en desarrollo, y abordar estas dificultades mediante la cooperación internacional.
El ODS 4 consta de diez metas específicas que abarcan una amplia gama de aspectos, desde la educación gratuita y obligatoria hasta la educación técnica y profesional. Cada objetivo tiene indicadores correspondientes para evaluar el progreso. Las claves para alcanzar estos objetivos incluyen:
En el centro del ODS 4 está la idea de que la educación no debe ser un privilegio sino un derecho fundamental para todos.
Para lograr estos objetivos, es fundamental construir entornos escolares más seguros, inclusivos y eficaces. Al mismo tiempo, la sociedad debería dar importancia a la equidad educativa y aumentar la conciencia sobre ella. Independientemente del género, la raza o el nivel económico, todos deberían tener el mismo acceso a las oportunidades educativas. En este sentido, las instituciones educativas de los países en desarrollo necesitan más apoyo y recursos para mejorar sus instalaciones educativas y formar docentes calificados.
Si bien muchos países han logrado avances en el acceso a la educación, mejorar la calidad de la educación es igualmente importante. De hecho, incluso con el aumento de las tasas de matriculación escolar, el fenómeno de la disminución de la calidad de la educación todavía existe. Según el informe, los estudiantes de muchos países tienen un rendimiento muy por debajo del objetivo en pruebas de matemáticas y lectura. Esto es preocupante porque el objetivo final de la educación es permitir que los estudiantes adquieran conocimientos y habilidades prácticas que los preparen para su vida futura.
Los promotores del ODS 4 enfatizan que la educación no sólo debe centrarse en las tasas de matriculación escolar, sino también trabajar en el cultivo del pensamiento crítico, la creatividad y las habilidades de resolución de problemas de los estudiantes. Esto requiere desarrollar estrategias de enseñanza más centradas en el estudiante y ofrecer métodos de aprendizaje diversos.
Sólo cuando cada niño tenga igual acceso a las oportunidades de aprendizaje podremos lograr verdaderamente equidad y calidad en la educación.
Sin duda, la epidemia mundial ha puesto una vez más a prueba la equidad y la accesibilidad de la educación. Durante la epidemia, muchos países se vieron obligados a cerrar escuelas, lo que sin duda aumentó la desigualdad educativa para los niños que dependen de la enseñanza presencial. Se estima que al menos un tercio de los niños del mundo no pueden participar en el aprendizaje a distancia, lo que agrava aún más las brechas educativas existentes. Se informa que la tasa de finalización de los estudios de los estudiantes de familias ricas es del 79%, mientras que la de los estudiantes de familias pobres es sólo del 34%.
Por lo tanto, para garantizar el desarrollo sostenible de la educación en el futuro, la comunidad internacional debe trabajar junta para fortalecer aún más la aplicación de la tecnología en la educación, incluida la introducción de más métodos de enseñanza a distancia para garantizar que cada estudiante tenga un entorno de aprendizaje seguro y de apoyo. .
La educación es una parte importante del desarrollo sostenible, y los esfuerzos por alcanzar el ODS 4 no sólo mejorarán la calidad de vida de las personas, sino que también promoverán el progreso social. A través de la educación, los niños podrán romper el ciclo de la pobreza y convertirse en ciudadanos globales más responsables. El apoyo conjunto de la comunidad internacional y la promoción activa del Gobierno en la política educativa serán la clave para lograr este objetivo.
En última instancia, ¿cómo garantizar que todos los niños del futuro tengan acceso a una educación gratuita y de calidad será una cuestión importante que el mundo debe afrontar y reflexionar conjuntamente?