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¡La conexión oculta entre las enfermedades cardíacas y la terapia con testosterona que no puedes ignorar!
A medida que los hombres envejecen, muchos comienzan a enfrentar diversos problemas de salud causados por la disminución de los niveles de testosterona. La terapia de reemplazo de testosterona (TRT) es una opción de tratamiento común diseñada para ayudar a los hombres de mediana edad y mayores a enfrentar estos desafíos. Sin embargo, a medida que el tratamiento se vuelve más popular, el riesgo de enfermedad cardíaca también se ha convertido en un foco de atención médica.
El objetivo principal de la terapia de reemplazo de testosterona es abordar el problema de la deficiencia de testosterona en los hombres, que se vuelve más común con la edad.
Usos médicos de la terapia de reemplazo de testosterona
Efectos en los hombres
El uso médico más común de la terapia de reemplazo de testosterona es tratar la deficiencia de testosterona. Esta terapia no sólo mejora la función sexual sino que también aumenta la masa y la fuerza muscular. Al mismo tiempo, un creciente conjunto de investigaciones muestra que una cantidad insuficiente de testosterona puede afectar los niveles de azúcar en sangre y la salud cardiovascular.
En hombres mayores de 45 años, la deficiencia de testosterona se asocia significativamente con el riesgo de diabetes y se ha demostrado que la terapia de reemplazo de testosterona mejora el control del azúcar en sangre.
Aplicaciones para mujeres
Si bien la testosterona se asocia típicamente con los hombres, su uso durante la menopausia está ganando cada vez más fuerza también entre las mujeres. La terapia de reemplazo de testosterona en mujeres puede ayudar a aumentar la libido y prevenir problemas como la osteoporosis, y algunos estudios han demostrado similitudes en los síntomas de deficiencia de testosterona entre ambos sexos.
Efectos secundarios y riesgos
Aunque la terapia de reemplazo de testosterona puede tener beneficios potenciales para muchos pacientes, no se pueden ignorar sus riesgos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) señaló en 2015 que los beneficios y la seguridad de este tratamiento para los niveles bajos de testosterona debido al envejecimiento no se han establecido completamente. Es de destacar que investigaciones anteriores han encontrado un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares entre los hombres que usan testosterona.
La FDA anunció en 2014 que investigaría los eventos cardíacos utilizando la terapia de reemplazo de testosterona, y algunos estudios han demostrado que estos pacientes tienen tasas más altas de eventos cardiovasculares que aquellos en el grupo de placebo.
El vínculo entre las enfermedades cardíacas y la testosterona
El vínculo entre las enfermedades cardíacas y la terapia de reemplazo de testosterona ha generado importantes preocupaciones. Si bien los estudios a corto y mediano plazo sugieren que el uso de la terapia de reemplazo de testosterona no aumenta el riesgo de eventos cardíacos en hombres con deficiencia de testosterona, aún se desconoce la seguridad a largo plazo. Eso hace que muchos expertos desconfíen del uso generalizado de la terapia.
Los resultados de algunos estudios han puesto a los médicos en un dilema: ¿Cómo elegir entre mejorar la calidad de vida de los pacientes o los posibles riesgos cardíacos?
Conclusión y futuras direcciones de investigación
A medida que aprendemos más sobre la relación entre las enfermedades cardíacas y la terapia de reemplazo de testosterona, los investigadores también están explorando el impacto potencial de la testosterona en otros problemas de salud, como la disfunción eréctil, la osteoporosis y la insuficiencia cardíaca crónica. Los ensayos clínicos futuros ayudarán a aclarar el vínculo entre estos diferentes efectos. Sin embargo, la comunicación entre médico y paciente es particularmente importante antes de utilizar cualquier forma de terapia de reemplazo de testosterona.
Sigue siendo una cuestión que vale la pena reflexionar si la terapia de reemplazo de testosterona debe incluirse en el plan de tratamiento de cada paciente con ataque cardíaco.
