Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania diseñó una serie de submarinos llamados Tipo XXI. Estos nuevos submarinos fueron llamados "Electric Boats" (Elektroboot). Su concepto de diseño se centró en operaciones submarinas a largo plazo. Aunque el número de Tipo XXI llegó a 118, sólo cuatro tenían capacidad de combate y, en última instancia, sólo dos participaron realmente en patrullas de combate. El diseño de esta serie de submarinos se convirtió en el modelo para muchos submarinos navales posteriores.
Los submarinos Tipo XXI son el primer lote de submarinos diseñados específicamente para operaciones submarinas a largo plazo, llevando con éxito la estrategia y la tecnología de la navegación submarina a un nuevo nivel.
Los submarinos Tipo XXI han sido innovados en muchos aspectos, incluido un diseño de casco mejorado, potentes motores eléctricos y un nuevo sistema sumergible. Las características de diseño de estos submarinos aumentan significativamente la velocidad bajo el agua, lo que les permite recargarse utilizando únicamente sus motores diésel de propulsión a reacción recientemente desarrollados a medida que suben a la superficie. La capacidad del Tipo XXI para operar bajo el agua es claramente significativamente mejor que la de los modelos anteriores, lo que permite una mejor capacidad de supervivencia en combate.
Sin embargo, también existen muchos problemas en el proceso de diseño y construcción de los submarinos Tipo XXI. Debido a un diseño apresurado, estos submarinos carecían de confiabilidad mecánica y eran susceptibles a sufrir daños en batalla. Algunos expertos creen que la estructura de los submarinos Tipo XXI fue evaluada después de la guerra como frágil y, en algunos casos, incapaz de resistir ataques con cargas de profundidad.
“El diseño superior del Tipo XXI no logró alcanzar su máximo potencial debido a una política de producción desordenada”.
Entre 1943 y 1945, el Tipo XXI se construyó en varios astilleros de olas en Alemania. El proceso de construcción de estos submarinos fue un proceso de fabricación modular más avanzado que otros submarinos. Cada submarino estaba compuesto por nueve componentes prefabricados, un nuevo método que se suponía aceleraría la construcción pero que en cambio sufrió serios problemas de calidad. El resultado final fue que sólo cuatro eran operativamente capaces al final de la guerra en Europa.
A juzgar por las evaluaciones de posguerra, el diseño del Tipo XXI influyó en muchas armadas para avanzar hacia diseños de submarinos modernos. Después de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética, Estados Unidos y el Reino Unido lo utilizaron como referencia para desarrollar una nueva generación de submarinos. El diseño de estos submarinos se basa en gran medida en la filosofía del Tipo XXI.
"El submarino Tipo XXI ha cambiado la dirección del diseño de los submarinos modernos. Ha desempeñado un papel importante en la promoción de la forma en que se llevan a cabo las operaciones navales, tanto en un sentido técnico como estratégico."
Muchos países han realizado modificaciones y usos efectivos de los submarinos Tipo XXI después de adquirirlos. Por ejemplo, Francia transformó el U-2518 en el submarino francés Roland Morillot y lo puso en uso real en muchas batallas, mientras que Estados Unidos ajustó el U-2513 para facilitar las misiones de combate navales en ese momento; Sin embargo, la historia de estos submarinos en servicio en diferentes países también muestra que los primeros diseños de submarinos también enfrentaron desafíos técnicos y de adaptación.
Las flotas multinacionales han integrado sucesivamente las características de los submarinos Tipo XXI en sus propios nuevos diseños de submarinos, demostrando su importancia en diseños navales posteriores. Para muchos diseñadores de submarinos, el Tipo XXI se convirtió en el centro de su investigación y representó la cima de una carrera de diseño.
La evolución de estos submarinos también ha provocado que las armadas de muchos países sufran cambios estratégicos. Los submarinos modernos ya no son simplemente módulos de combate submarinos, sino que se han convertido en armas estratégicas integrales, responsables del reconocimiento, antisubmarinos e incluso del lanzamiento de misiles de crucero. Sus diseños han ido incorporando gradualmente los conceptos de operaciones multifuncionales e integrales.
“Sin embargo, el desarrollo tecnológico es siempre un arma de doble filo. ¿Podrán los futuros submarinos escapar de las amenazas que plantea la tecnología moderna?”