En el mundo médico, la embolia se define como la presencia de un émbolo, una sustancia que bloquea un vaso sanguíneo. Estos émbolos pueden ser trombos, embolias grasas, embolias gaseosas o cuerpos extraños. Cuando estos émbolos viajan a través de un vaso sanguíneo y finalmente quedan alojados, pueden causar un bloqueo parcial o total del flujo sanguíneo, afectando una parte del cuerpo e incluso potencialmente afectando otras partes del cuerpo cuando obstaculizan el suministro de sangre.
Los relieves pueden suponer graves riesgos para la salud, que van desde síntomas leves hasta afecciones potencialmente mortales.
Entre los tipos de embolia, generalmente se divide en embolia arterial y embolia venosa según la dirección de entrada a la circulación sanguínea. La embolia arterial puede provocar un bloqueo en cualquier parte del cuerpo y a menudo es la causa principal de muerte del tejido. Por ejemplo, una embolia que se origina en el corazón o en la arteria carótida tiene una alta probabilidad de causar un accidente cerebrovascular.
Embolia arterialLos mecanismos de la embolia arterial son complejos y pueden tener su origen en coágulos de sangre en el corazón, particularmente en personas con fibrilación auricular. Si se forma un coágulo de sangre en la aurícula izquierda del corazón, puede ingresar a la circulación sistémica a través de la salida de sangre y eventualmente causar un accidente cerebrovascular. En el corazón, la embolia arterial es común, especialmente en pacientes con enfermedad de la válvula cardíaca, especialmente estenosis mitral.
El riesgo de embolia varía según las condiciones específicas del paciente, como hipertensión, diabetes y edad.
Por otro lado, la embolia venosa suele aparecer después de una trombosis venosa profunda. Cuando estos émbolos viajan a través del lado derecho del corazón hasta los pulmones, pueden causar una embolia pulmonar, una afección peligrosa. La fuente más común de embolia pulmonar es la vena femoral, pero las venas profundas de la pantorrilla son un sitio de alto riesgo de trombosis real.
Embolia venosa y embolia paradójicaPor lo general, los émbolos que se forman en las venas viajan a los pulmones, pero en algunos casos, como un defecto septal en el corazón, es posible que una embolia pase del sistema venoso al sistema arterial, un proceso llamado embolia paradójica. Esta afección es menos común y generalmente ocurre en personas con anomalías estructurales existentes en el corazón.
Curiosamente, estos defectos se producen en aproximadamente el 25% de los adultos, pero pueden volverse inestables ya que cambian con la respiración o la tos.
La dirección del movimiento de la embolia se puede dividir en dos categorías: aguas abajo y aguas arriba. En la mayoría de los casos, el movimiento de un émbolo es en la dirección del flujo sanguíneo, pero en algunos casos, como el efecto de la gravedad sobre un émbolo en una vena, puede ocurrir un flujo inverso.
Sin embargo, en algunos casos, la embolia es intencional y se utiliza para tratar enfermedades, como la terapia de embolización en pacientes con cáncer.
Como se ha comentado anteriormente, el riesgo de embolia no solo está relacionado con el estado de salud del individuo, sino que también se ve afectado por múltiples factores, entre ellos la edad, el estilo de vida y el historial médico. Un examen y una evaluación adecuados, después de consultar con un médico, son esenciales para la prevención y la detección temprana del riesgo de embolia.
En el desafiante entorno médico actual, frente a la amenaza oculta de la embolia, ¿podemos equilibrar el conocimiento y la salud y tomar medidas tempranas para reducir el riesgo?