El cáncer de hígado, o cáncer de hígado, está surgiendo como una amenaza oculta para la salud mundial. El cáncer de hígado se puede dividir en primario y metastásico. El primero es cuando el cáncer se origina en el hígado y el segundo es cuando el cáncer se propaga al hígado desde otras partes del cuerpo. El cáncer de hígado es el sexto cáncer más común en todo el mundo y mata a 782.000 personas cada año, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Las áreas con alta incidencia de cáncer de hígado se concentran principalmente en Asia y África subsahariana. En estos lugares, las tasas de infección de hepatitis B y C son más altas, especialmente la tasa de incidencia en hombres es significativamente mayor que en las mujeres. . A medida que el número de casos de cáncer de hígado sigue aumentando, se hace más fuerte la necesidad de detección e identificación temprana.
Los primeros síntomas del cáncer de hígado generalmente no son obvios, lo que hace que muchos pacientes pierdan la mejor oportunidad de tratamiento.
Según la opinión de los expertos, los controles periódicos de la salud del hígado son cruciales para las personas con riesgo de padecer una enfermedad hepática crónica."Reconocer los síntomas tempranos es clave para prevenir las consecuencias fatales del cáncer de hígado."
Existen varios tipos principales de cáncer de hígado, entre los cuales el carcinoma hepatocelular (CHC) es el más común y representa aproximadamente el 75 % de todos los cánceres primarios de hígado. Al mismo tiempo, el colangiocarcinoma ha comenzado a recibir atención, especialmente en ciertos grupos de alto riesgo.
Cada tipo de cáncer de hígado tiene síntomas específicos. Por ejemplo, los síntomas del carcinoma hepatocelular pueden incluir una masa abdominal, dolor abdominal, vómitos y pérdida de peso, mientras que el colangiocarcinoma puede ir acompañado de sudoración, ictericia y cansancio. Los pacientes deben prestar atención a estos signos y buscar atención médica temprana.
Para las personas con alto riesgo, los expertos recomiendan realizarse una ecografía cada seis meses para detectar carcinoma hepatocelular.
Si se encuentran síntomas sospechosos, se deben realizar exámenes adicionales, incluidas tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, de inmediato para garantizar la precisión del diagnóstico."Los exámenes de detección regulares pueden aumentar significativamente la posibilidad de un diagnóstico temprano."
Las medidas de prevención del cáncer de hígado incluyen vacunarse contra la hepatitis B, controlar el consumo de alcohol y mantener un estilo de vida saludable. Además, en pacientes con enfermedad hepática crónica, el tratamiento activo de la hepatitis puede reducir significativamente el riesgo de cáncer de hígado. Para los pacientes a los que se les ha diagnosticado cáncer de hígado, las opciones de tratamiento varían según el tipo y el estadio del cáncer e incluyen cirugía, medicamentos y radioterapia.