La afasia, también conocida como trastorno del habla, es causada por un daño en áreas específicas del cerebro que afecta la capacidad de un individuo para comprender o expresar el lenguaje. Las principales causas de afasia incluyen accidentes cerebrovasculares y lesiones cerebrales traumáticas, pero su incidencia suele ser difícil de determinar. Se estima que la prevalencia de afasia por ictus en el hemisferio norte se sitúa entre el 0,1% y el 0,4%.
La afasia no sólo afecta la producción y comprensión del lenguaje hablado y escrito, sino que también puede afectar los lenguajes visuales como el lenguaje de señas.
Los síntomas de la afasia varían desde dificultad ocasional para encontrar palabras hasta una pérdida total de la capacidad de hablar, leer o escribir, pero la capacidad intelectual del individuo no se ve afectada. Las características clave de la afasia incluyen dificultad para expresar y comprender el lenguaje. Además, un déficit común a todas las personas con afasia es la dificultad para encontrar palabras (es decir, dificultad para encontrar la palabra correcta). Por lo tanto, la afasia se define como un deterioro de uno o más modos de comunicación en el cerebro, lo que resulta en un funcionamiento anormal.
Dependiendo de la ubicación del daño en el cerebro, la apariencia y la gravedad de la afasia pueden variar. Por ejemplo, cuando se le pide que nombre un objeto, una persona con afasia puede utilizar una palabra vaga como "cosa" en lugar del nombre específico del objeto. A veces, incluso lo explican con una frase descriptiva como: "escribir cosas".
A pesar de sus dificultades con el lenguaje hablado, las personas con afasia suelen conservar las hábiles palabras expresivas que utilizan en la vida diaria (como canciones de cumpleaños).
Aunque la afasia se describe tradicionalmente como un déficit del lenguaje, muchos pacientes con afasia suelen ir acompañados de déficits cognitivos no verbales, como problemas en áreas como la atención, la memoria y la función ejecutiva. Dado que las redes neuronales cognitivas sustentan la reorganización del lenguaje después de un accidente cerebrovascular, aunque los orígenes de los déficits del lenguaje en la afasia son menos claros, las pérdidas cognitivas relacionadas con el lenguaje siguen siendo fundamentales para el proceso de recuperación.
Por ejemplo, muchos pacientes con afasia tienen déficits en la capacidad de memoria de trabajo y a corto plazo, y estas condiciones suelen ir acompañadas de un rendimiento deficiente en tareas relacionadas con el lenguaje, como nombrar objetos y comprender oraciones.
Muchos estudios han encontrado que los déficits de rendimiento en la atención y otros dominios cognitivos en pacientes con afasia se correlacionan positivamente con su función del lenguaje, lo que sugiere que coexisten múltiples déficits cognitivos en el impacto de la afasia.
La afasia suele ser causada por un accidente cerebrovascular, y aproximadamente una cuarta parte de los pacientes con accidente cerebrovascular experimentan afasia. Cualquier enfermedad o lesión que cause daño a las áreas del cerebro que controlan el lenguaje puede provocar afasia, incluidos tumores cerebrales, lesión cerebral traumática, epilepsia o enfermedad neurológica progresiva. En algunos casos raros, la afasia también puede ser causada por encefalitis.
Las enfermedades agudas, como una lesión cerebral o un derrame cerebral, a menudo causan la aparición rápida de la afasia, mientras que la afasia causada por tumores cerebrales, infecciones o demencia tiende a desarrollarse gradualmente.
La causa subyacente de la afasia puede incluir cualquier daño al cerebro, no solo las áreas que controlan el lenguaje.
El diagnóstico de afasia a menudo se basa en métodos de neuroimagen, como la resonancia magnética (MRI) y la resonancia magnética funcional (fMRI). Estas herramientas ayudan a determinar la presencia de afasia y el alcance del deterioro. Utilizando estas imágenes, pudimos identificar daños potenciales en áreas del lenguaje, específicamente en los lóbulos anterior y temporal del cerebro izquierdo.
Muchos estudios han demostrado resultados positivos de los esfuerzos de rehabilitación para la afasia. Al medir el resultado de la recuperación del habla mediante técnicas de neuroimagen funcional o imágenes con tensor de difusión, podemos evaluar el progreso de un paciente durante la terapia del habla. Estas tecnologías ayudan a los médicos a obtener una comprensión más profunda de las condiciones de los pacientes y brindar planes de tratamiento personalizados.
El progreso en la rehabilitación de pacientes con afasia puede estar estrechamente relacionado con la combinación de intervención cognitiva y logopedia.
A medida que nuestra comprensión de la afasia continúa avanzando, un área importante de discusión es si se pueden lograr mejores resultados con terapias efectivas. ¿Cultivar un énfasis en la comprensión del lenguaje y sus fundamentos cognitivos podría promover de manera más efectiva la recuperación de las personas con afasia?