Tortugas de orejas rojas (Trachemys scripta elegans), esta tortuga semiacuática tiene una doble función como mascota y especie invasora, y se ha expandido rápidamente por todo el mundo desde el siglo XX. Como la tortuga mascota más popular en los Estados Unidos, ha ganado una gran popularidad en muchos países, pero con ella conlleva serias amenazas a los ecosistemas locales.
La tortuga de orejas rojas es una criatura muy inteligente e incluso figura como una de las 100 especies más invasoras del mundo.
Originaria del medio oeste de Estados Unidos y el norte de México, la tortuga de orejas rojas es una criatura extremadamente adaptable que puede sobrevivir en aguas poco profundas. Sus características distintivas incluyen sus distintivas franjas rojas horizontales en sus orejas y su capacidad para deslizarse rápidamente en el agua.
Con el tiempo, las tortugas de orejas rojas se han arraigado en muchos países, incluidos Canadá, Europa, Australia y partes de Asia, debido a liberaciones o fugas de humanos. Después de ser introducidas en un nuevo entorno, estas tortugas mostraron fuertes capacidades reproductivas y competitividad de supervivencia, lo que representa una amenaza para las especies autóctonas locales.
Gracias a su edad reproductiva más temprana y su mayor tasa reproductiva, las tortugas de orejas rojas tienen una ventaja en la competencia por el alimento y el espacio de reproducción.
En el nuevo ecosistema, las tortugas de orejas rojas no sólo competirán con las tortugas nativas por alimento y espacio para reproducirse, sino que también pueden propagar enfermedades, lo que tiene un profundo impacto en la ecología. A menudo son más ventajosos en entornos con recursos limitados, lo que exacerba las dificultades de supervivencia de muchas especies autóctonas que ya son vulnerables.
Según se informa, las tortugas de orejas rojas son las especies de tortugas más comercializadas en el mundo, lo que refleja su popularidad en el mercado de mascotas. Sin embargo, esto también plantea la cuestión de la invasión ecológica. Debido a que muchos propietarios no podían cuidar adecuadamente a las tortugas, muchas personas las liberaron en la naturaleza, lo que aceleró aún más la expansión de las tortugas de orejas rojas.
Desde 1975, Estados Unidos ha prohibido la venta de tortugas de orejas rojas de menos de 4 pulgadas para evitar la propagación de la salmonella entre humanos y animales.
Los países han respondido de manera diferente a esta especie invasora. Australia y algunos países europeos han prohibido la importación de tortugas de orejas rojas, pero en algunas áreas donde la gente todavía está expuesta al problema, la supervivencia y reproducción de las tortugas de orejas rojas salvajes representan una amenaza para el ecosistema. Japón había planeado prohibir la importación de tortugas de orejas rojas en 2020, pero el progreso ha sido lento.
En la transición de la recreación a la crisis ecológica, ¿de qué manera debemos gestionar y controlar estas especies invasoras para proteger nuestros frágiles ecosistemas?