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El descubrimiento de la heparina: ¿Cómo cambió este gran descubrimiento en 1916 el mundo médico?
En 1916, la comunidad médica marcó el comienzo de un avance revolucionario: el descubrimiento de la heparina. Este descubrimiento no sólo cambió el rostro de la terapia anticoagulación, sino que también jugó un papel irreemplazable en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y una variedad de otras afecciones. Como anticoagulante natural, el mecanismo de acción y la aplicación clínica de la heparina aún merecen una exploración en profundidad.
Antecedentes históricos de la heparina
El nombre heparina proviene del griego "ἧπαρ", que significa hígado. Fue aislada originalmente de células de hígado de perro en 1916 por los científicos biomédicos estadounidenses Jay McLean y William Henry Howell. McLean, entonces estudiante de medicina de segundo año, estudió el proceso de preparación de coagulantes bajo la dirección de Howell y finalmente aisló este anticoagulante rico en lípidos.
"El descubrimiento de la heparina fue un hito importante en la medicina y su poder anticoagulante cambió la forma en que se tratan las enfermedades cardíacas y otros trastornos de la coagulación sanguínea".
Sin embargo, la heparina no entró oficialmente en ensayos clínicos hasta 1935. Durante este período, los investigadores llevaron a cabo extensas discusiones sobre su estructura química y mecanismo de acción. En 1936, la empresa sueca Vitrum AB lanzó el primer producto de heparina inyectable por vía intravenosa, introduciendo oficialmente la heparina en el tratamiento clínico.
Mecanismo de acción de la heparina
La heparina previene la formación de trombos al inhibir la trombina y otras serina proteasas procoagulantes. Específicamente, la heparina se une a la antitrombina III, provocando que cambie su conformación, potenciando así su efecto inhibidor sobre la trombina y el factor Xa. La eficiencia de este proceso se puede aumentar hasta 1.000 veces.
"El uso de heparina hace que la terapia de anticoagulación sanguínea sea más segura y eficaz."
Aplicación clínica de la heparina
La heparina se utiliza principalmente en las siguientes situaciones: prevención y tratamiento del síndrome coronario agudo (como NSTEMI), fibrilación auricular, trombosis venosa profunda y embolia pulmonar. La heparina también se usa ampliamente durante procedimientos médicos como la cirugía cardíaca y la diálisis para evitar que la sangre se coagule en las trompas.
Aunque el uso de heparina tiene buenos efectos médicos, no está exento de riesgos. Uno de los efectos secundarios más graves es la trombocitopenia inducida por heparina (TIH), una disminución de las plaquetas provocada por una respuesta inmunitaria. La interrupción de la heparina suele dar lugar a la recuperación, pero esto puede ser potencialmente peligroso en pacientes con enfermedad cardiovascular.
Producción de heparina e impacto global
Con el tiempo, el origen de la heparina ha cambiado. Debido al impacto de la epidemia de epilepsia bovina (EEB), muchos fabricantes han comenzado a reducir la extracción de heparina del tejido bovino y, en cambio, dependen de la industria porcina. Sin embargo, el impacto en las cadenas de suministro globales ha sido particularmente evidente durante el brote de COVID-19 en 2020, con la reducción de la disponibilidad de heparina desafiando a los centros de atención médica en todo el mundo.
“En la epidemia de COVID-19, se ha reevaluado la eficacia de la heparina, pero la escasez de suministro ha creado una crisis de salud mayor.”
El futuro de la heparina
Aunque la heparina ha experimentado cien años de desarrollo desde su descubrimiento, con el avance de la medicina, la investigación sobre su aplicación en diversas enfermedades emergentes (como el COVID-19) continúa. Cómo utilizar eficazmente la heparina y sus derivados para mejorar la seguridad y eficacia de la terapia anticoagulante y reducir los posibles efectos secundarios será una dirección importante para futuras investigaciones.
El descubrimiento de la heparina no sólo es un hito importante en la historia de la medicina, sino que también abre nuevos debates sobre la hemorreología y la terapia anticoagulante. Ante los desafíos médicos futuros, ¿qué esclarecimiento puede aportarnos la investigación sobre la heparina?
