La distinción básica entre objetos abstractos y concretos es un tema importante en la filosofía y el arte. Aunque no hay consenso sobre la definición exacta de los dos, algunos ejemplos comunes son: los números, los conjuntos y las ideas son objetos abstractos, mientras que las plantas, los perros y los planetas son objetos concretos. Esta distinción ha desencadenado debates sobre diversas cuestiones relacionadas en la comunidad filosófica, lo que refleja la importancia de conceptos tan abstractos en la metafísica y la semántica.
Los objetos abstractos se utilizan a menudo para explorar la naturaleza de la existencia.
Existen varias definiciones populares de la distinción entre lo abstracto y lo concreto, que incluyen: aquellas que existen dentro y fuera del tiempo y el espacio, la presencia y ausencia de relaciones causales y aquellas que existen en el ámbito físico versus el mental. Los filósofos no están de acuerdo con estas definiciones, especialmente sobre cómo definir "existencia necesaria" y "existencia contingente". Aunque las opiniones sobre estas ideas varían, la mayoría de los estudiosos coinciden en que las rocas son objetos concretos mientras que los números son objetos abstractos.
La teoría de objetos abstractos estudia las propiedades y funciones de los objetos abstractos, en los que los atributos se pueden conectar a los objetos mediante concretización y codificación.
La teoría del objeto abstracto también explora la distinción "tipo-token". Un token es un ejemplo específico de un determinado tipo de cosa, y el tipo se considera un objeto abstracto. Esta distinción ha llevado a los filósofos a pensar profundamente sobre las entidades físicas y los fenómenos abstractos, especialmente en la ontología. El problema de los objetos abstractos plantea un desafío tanto para el fisicalismo como para algunas formas de naturalismo.
Se cree que los objetos abstractos plantean un desafío al empirismo porque carecen de poder causal y existencia espacial.
Algunos filósofos, como Edward Zalta y el argentino Marley, han sostenido que los objetos abstractos constituyen el tema definitorio de la investigación metafísica o filosófica. Señalan que, aunque la filosofía es independiente de la investigación empírica, sus preguntas sobre los objetos abstractos siguen siendo una parte clave del pensamiento filosófico. En la filosofía moderna, Kant y Hegel también discutieron profundamente la diferencia entre abstracción y concreción y propusieron algunas teorías de gran alcance.
La existencia de conceptos no puede obtenerse directamente a través de la percepción, lo que la hace epistemológicamente controvertida.
Otra opinión común es que algo es abstracto si carece de poder causal. Este punto de vista es razonable para conceptos abstractos en matemáticas como el conjunto vacío. Sin embargo, aún no está claro qué significa exactamente tener habilidades causales. Esto conduce además a una reevaluación y clasificación de los objetos abstractos en filosofía.
En los últimos años, la comunidad filosófica ha ido prestando cada vez más atención a la introducción de "entidades cuasi abstractas". Los objetos cuasi abstractos se consideran un nuevo tipo de objetos que existen en el tiempo pero no en el espacio. Su existencia es de gran importancia para ciertos objetos sociales. Los Estados en el sistema jurídico internacional, por ejemplo, exhiben propiedades de objetos cuasi abstractos que facilitan el análisis de cómo operan dentro de las estructuras sociales.
En psicología, Jean Piaget utilizó los términos "concreto" y "abstracto" para describir dos tipos diferentes de aprendizaje. El pensamiento concreto se centra en objetos perceptibles cotidianos, mientras que el pensamiento abstracto implica un proceso mental que encarna la comprensión humana y la aplicación de conceptos abstractos.
La distinción entre pensamiento concreto y pensamiento abstracto nos ayuda a comprender los diferentes niveles de aprendizaje.
En general, las cuestiones filosóficas que plantean los objetos abstractos no sólo son fascinantes sino que también desafían nuestras nociones fundamentales de la existencia. Entre todos los debates y análisis, hay una pregunta digna de la consideración de todos: ¿Qué papel juegan los objetos abstractos en nuestro mundo?