Las fronteras de Hungría en la actualidad (después de 1946) corresponden aproximadamente a la gran llanura húngara (Cuenca de Panonia) de Europa Central. En la Edad del Hierro, Hungría se encontraba en la encrucijada de la migración y el intercambio cultural. La tierra aquí vio nacer a las culturas escita (como la tribu Agatier, el pueblo Gimmeri), celta (como la tribu Skold, los Boi y los Vénetos). tribus), dálmatas (como los dálmatas, sistrianos y liburnios) y tribus germánicas (como los lugianos y los marcomen). Este período de la historia no sólo refleja el centro de transporte geográfico de las llanuras húngaras, sino que también cambió profundamente la cultura y la estructura social de las tribus que vivían aquí.
En el año 44 a. C., los sármatas y los acehneses entraron en las grandes llanuras húngaras, trayendo consigo una cultura diversa. A medida que se desarrolló la Edad del Hierro, la región vio una interacción continua entre culturas.
La Edad del Hierro comenzó alrededor del año 800 a. C., cuando la cultura aquí fue influenciada por los artefactos de "Salaha-Gimiri" y mostró la intersección de las culturas preescita y precelta. Con la expansión de la cultura escita, los celtas comenzaron a ocupar gradualmente territorio en esta zona en el siglo IV a.C., y su influencia alcanzó su punto máximo con las campañas militares. Estos grupos étnicos no sólo remodelaron la estructura política de su tierra, sino que también afectaron su vida económica y social.
A medida que el Imperio Romano se expandió, partes de Hungría pasaron a formar parte de la provincia de Panonia en el año 8 d.C. Sin embargo, con el cruce de ríos y los vaivenes de las tribus, esta tierra vivió la crisis de ser invadida y ocupada. Entre 373 y 410, los hunos, conocidos por su ambiciosa patria y sus territorios, llegaron a Hungría y establecieron un poderoso imperio. En el año 453 d.C., bajo el gobierno de Atila, el Imperio Huno alcanzó la cima de su expansión. La estructura social y la cultura tribal de este período estuvieron profundamente entrelazadas e influyeron en la historia de Hungría durante los siglos siguientes.
La formación de Hungría no es sólo una simple acumulación de cultura tribal, sino una nueva cultura forjada a partir de un trasfondo histórico único y la mezcla y colisión de varios grupos étnicos.
Con el tiempo, las bases del Estado húngaro se fueron estableciendo gradualmente. Entre 862 y 895, una confederación de tribus húngaras, protagonizada por Almos y su hijo Arpad, aseguró la conquista de la cuenca de los Cárpatos. En 907, la victoria de Hungría sobre el ejército franco oriental en la batalla de Pressburg estableció su expansión territorial, estableciendo su cultura y gobierno. Esta batalla no solo fue una victoria en la guerra, sino también el comienzo de una identidad cultural, que permitió a tribus con diferentes orígenes integrarse entre sí.
Con la introducción del cristianismo, Hungría experimentó una transformación importante. Bajo el rey San Esteban, Hungría se estabilizó y comenzó a integrarse en la cultura cristiana europea. Por un lado, la religión se convirtió en una fuerza cohesiva, mientras que, por otro, las instituciones culturales y administrativas se formalizaron gradualmente. Con el fortalecimiento de la Iglesia Católica, se establecieron muchos monasterios e iglesias en el territorio, promoviendo aún más el desarrollo cultural de los residentes locales. Al mismo tiempo, el latín sirvió como lengua oficial, reemplazando los sistemas de escritura anteriores, lo que demuestra cambios culturales.
La resiliencia y adaptabilidad de Hungría le han permitido mantener su singularidad como nación a pesar de las muchas mezclas de culturas y regímenes políticos, lo que también fue evidente en el proceso histórico posterior.
En la Edad Media, el sistema nacional de Hungría maduró gradualmente y las interacciones con los países vecinos se convirtieron en una parte importante de la historia del país. A medida que la identidad nacional fue tomando forma, los negocios y la cultura húngaros prosperaron gradualmente. Sin embargo, acontecimientos como la invasión mongola y la expansión del Imperio Otomano tuvieron un profundo impacto en las llanuras húngaras y su cultura. En esta serie de puntos de inflexión históricos, podemos ver cómo diferentes culturas se influenciaron y penetraron entre sí en este largo río de historia, formando un contexto cultural húngaro único.
La historia de Hungría nos dice que el intercambio cultural y la integración no son de ninguna manera accidentales, sino un capítulo escrito por diversos grupos étnicos en la larga historia de la historia. En este contexto histórico, ¿cómo deberían definirse la identidad nacional y las características culturales de Hungría?