La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad pulmonar progresiva caracterizada por síntomas respiratorios persistentes y limitación de la circulación del aire. Según la definición GOLD de 2024, la EPOC es una enfermedad pulmonar heterogénea caracterizada por un deterioro persistente de la circulación del aire causado por diferentes anomalías del tracto respiratorio (p. ej., bronquitis, bronquiolitis) o de los alvéolos (p. ej., enfisema). Aunque la EPOC no se puede curar, se puede prevenir y tratar.
Los tipos más comunes de EPOC son el enfisema y la bronquitis crónica, y estas dos formas se han considerado los fenotipos clásicos de la EPOC.
La mayoría de la gente cree que el mayor factor de riesgo de EPOC es fumar, pero eso es sólo la punta del iceberg. En un creciente conjunto de investigaciones, se están reconociendo más factores de riesgo, como la contaminación del aire interior y exterior, la exposición ocupacional y factores genéticos (como la deficiencia de alfa-1 antitripsina). Especialmente en los países en desarrollo, los hogares que utilizan carbón y biomasa (como madera y estiércol seco) como combustible para cocinar y calentarse suelen provocar una grave contaminación del aire interior.
Comprender los factores de riesgo de la EPOC es fundamental para una intervención temprana. Además de fumar, ¿a qué otros factores de riesgo potenciales se debe prestar atención?
La contaminación del aire es una de las causas importantes de la EPOC. Las investigaciones muestran que las personas que viven en las ciudades tienen más probabilidades de sufrir EPOC que los residentes rurales. La exposición prolongada a partículas en el aire, como el carbón negro, aumenta el riesgo de hospitalización debido a la exacerbación de la EPOC.
Ciertas ocupaciones, como los trabajadores de la construcción o los agricultores, que con frecuencia están expuestos a sustancias que pueden irritar los pulmones, como el polvo y los productos químicos, también pueden tener un mayor riesgo de padecer EPOC.
Los factores genéticos también son uno de los factores de riesgo de la EPOC, el más conocido de los cuales es la deficiencia de alfa-1 antitripsina. Este trastorno genético afecta la producción corporal de una enzima que protege los pulmones, y la falta de esta enzima puede provocar enfisema y EPOC en etapa temprana.
La EPOC suele tener comorbilidad con otras enfermedades, como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, síndrome metabólico y trastornos de ansiedad. Los síntomas de estas enfermedades pueden empeorar aún más la salud de la EPOC y aumentar el riesgo de hospitalización.
Aunque actualmente no existe cura para la EPOC, la condición de los pacientes se puede aliviar mediante ciertos tratamientos, como:
La evidencia muestra que para los pacientes con EPOC, la identificación y el tratamiento tempranos son clave para mejorar la calidad de vida.
A medida que el número de pacientes con EPOC en todo el mundo aumenta año tras año, los desafíos de salud pública que plantea esta enfermedad se vuelven cada vez más evidentes. Según datos de 2019, la EPOC mata aproximadamente a 3,2 millones de personas, el 80% de las cuales ocurren en países de ingresos bajos y medios. Si no se refuerza el control de estos factores de riesgo, ¿aumentará aún más el número de pacientes con EPOC en el futuro?