Durante la cirugía, muchos pacientes esperan que la anestesia los deje completamente inconscientes. Sin embargo, un fenómeno llamado "despertar de la anestesia" permite a algunos pacientes mantener un cierto grado de conciencia durante la cirugía. El llamado despertar de la anestesia se refiere a una situación en la que el paciente es consciente del entorno que lo rodea durante la anestesia general y puede recordar claramente el procedimiento quirúrgico. Si bien la afección es relativamente rara, con estudios que muestran que su incidencia oscila entre el 0,1% y el 0,4%, las posibles consecuencias psicológicas pueden ser alarmantes.
Según las investigaciones, algunos pacientes informan haber experimentado una variedad de sensaciones durante la anestesia, desde un estado de sueño vago hasta estar completamente despiertos pero incapaces de moverse, e incluso sentir el dolor causado por la cirugía.
Hay varias razones para despertar de la anestesia, incluida la dosis insuficiente de anestésico, el tipo de cirugía, la condición fisiológica del paciente, etc. La causa principal puede ser una anestesia insuficiente en relación con las necesidades del paciente. Cuando se utilizan bloqueadores neuromusculares, los músculos del paciente se paralizan, impidiéndole expresar sus sentimientos a través de movimientos corporales hasta que los efectos del anestésico desaparecen antes de que pueda emitir sonidos.
El despertar de la anestesia puede presentarse con una variedad de signos y síntomas. Muchos pacientes informan haber tenido experiencias vagas y soñadoras o recordar eventos específicos durante la cirugía, como por ejemplo:
Los signos fisiológicos que ocurren durante la cirugía, como presión arterial alta, taquicardia o movimientos anormales del paciente, también pueden ser indicadores del despertar de la anestesia.
El riesgo es mayor con el uso de agentes bloqueadores neuromusculares, que se utilizan durante la anestesia general para ayudar en la intubación y mantener la exposición quirúrgica. Aunque esto impide que el paciente se mueva, no afecta su conciencia o percepción del dolor.
En determinados procedimientos, como una cesárea, el anestesiólogo puede optar por una anestesia más ligera, que permite que la paciente permanezca consciente. Este método de anestesia debe realizarse con total comunicación con el paciente, especialmente en situaciones de alto riesgo donde puede ocurrir un despertar.
Los errores durante la anestesia, incluida la dosis inadecuada del medicamento y la monitorización insuficiente, pueden aumentar el riesgo de despertar de la anestesia. Estos errores suelen estar relacionados con la experiencia y formación del anestesiólogo.
Los pacientes que se despiertan de la anestesia pueden experimentar un trauma psicológico significativo si van acompañados de recuerdos específicos y pueden desarrollar un trastorno de estrés postraumático (TEPT) en el futuro. Estos pacientes pueden experimentar pesadillas, ansiedad y recuerdos de eventos traumáticos.
El diagnóstico oportuno y el asesoramiento psicológico son cruciales para que estos pacientes reduzcan su trauma psicológico y su ansiedad.
Durante el proceso de anestesia, el riesgo de despertar de la anestesia se puede reducir eficazmente mediante el uso racional de anestésicos, equipos de monitorización y operaciones médicas cuidadosas. Además, se deben considerar modificaciones previas de la medicación y estrategias preventivas para pacientes de alto riesgo.
El despertar de la anestesia es un estado que somete a los pacientes a un gran estrés. Aunque su incidencia es baja, sus posibles consecuencias indican la necesidad de realizar más investigaciones y mejoras. Con el avance y la comprensión de la tecnología de la anestesia, es posible que sea posible prevenir este fenómeno de manera más efectiva en el futuro. ¿Hay más desafíos desconocidos que nos esperan para explorar?