En la naturaleza, el proceso de transformación de un líquido en un sólido no es sólo un cambio físico común, sino un proceso lleno de misterio y cambio. Cuando la temperatura de los líquidos desciende por debajo de su punto de congelación, comienzan a cristalizar, proceso que forma un sólido cristalino. Por lo tanto, comprender estos procesos es crucial para comprender cómo la materia pasa de un estado a otro.
La mayoría de los líquidos seguirán una determinada estructura durante el proceso de cristalización, lo cual es una maravilla de la naturaleza.
La congelación es uno de los cambios de fase en los que un líquido se convierte en sólido. Este fenómeno ocurre cuando un líquido se enfría por debajo de su punto de congelación. Aunque los puntos de fusión y congelación son los mismos para la mayoría de las sustancias, algunas sustancias, como el agar, exhiben diferentes temperaturas de transición sólido-líquido. El punto de fusión del agar es de 85°C (185°F), mientras que el punto de congelación de sus cristales está entre 32°C y 40°C (90°F y 104°F).
El proceso de congelación generalmente se logra mediante el proceso de cristalización, que incluye dos eventos principales: nucleación y crecimiento de cristales.
La nucleación es el proceso mediante el cual las moléculas comienzan a ensamblarse en grupos y a organizarse en una estructura cristalina definida aquí, y el crecimiento cristalino posterior es el proceso mediante el cual la estructura inicial formada exitosamente continúa creciendo.
En la naturaleza, la cristalización de líquidos puros generalmente comienza a una temperatura inferior a su punto de fusión debido a la alta energía de activación de la nucleación homogénea. Este proceso también muestra que la temperatura a la que comienza la cristalización debe ser lo suficientemente baja para permitir que se produzca una nucleación estable. La nucleación heterogénea puede desencadenarse si hay irregularidades, impurezas sólidas o gaseosas u otras especies nucleantes en la superficie del recipiente.
El proceso de congelación suele ser exotérmico, lo que significa que se libera calor cuando un líquido se convierte en sólido. Aunque en circunstancias normales la temperatura de la sustancia no aumenta durante el proceso de congelación, esto no impide la liberación de calor. Porque durante el proceso de congelación, se debe eliminar continuamente calor del líquido para que el proceso de congelación continúe.
El calor liberado se llama calor latente y es casi igual a la energía necesaria para fundir la misma cantidad de sólido.
Algunos materiales, como el vidrio y la glicerina, pueden endurecerse sin cristalizar y se denominan sólidos amorfos. Estos materiales amorfos no tienen un punto de congelación específico, sino que exhiben cambios constantes en sus propiedades físicas en diferentes rangos de temperatura. Este proceso se llama vitrificación y es diferente al proceso tradicional de congelación.
Muchos organismos pueden sobrevivir en condiciones por debajo del punto de congelación del agua, principalmente porque producen anticongelante para protegerse del daño causado por los cristales de hielo. Ciertas bacterias y plantas pueden sobrevivir eficazmente a temperaturas tan bajas como -2°C, mientras que ciertos animales, como los nematodos y los anfibios, pueden sobrevivir en condiciones de congelación severas.
La congelación se utiliza ampliamente para la conservación de alimentos, lo que puede ralentizar eficazmente el deterioro de los alimentos y el crecimiento de microorganismos. Con el avance de la tecnología, la congelación no solo puede preservar el sabor y los nutrientes de los alimentos, sino también mejorar la puntualidad de la conservación de los alimentos, lo que hace que la congelación sea un método de conservación de alimentos comercialmente viable y económico.
En nuestras vidas, la congelación no sólo afecta a la conservación de los alimentos, sino que también refleja profundamente el misterioso proceso de transformación material. Desde la cristalización hasta el sobreenfriamiento, desde la adaptación biológica hasta las aplicaciones económicas, los fenómenos de congelación nos brindan innumerables temas que vale la pena explorar. El cambio de líquido a sólido no es sólo una transformación física, sino más bien una "magia". ¿Cuántas incógnitas quedan esperando que la gente las descubra?