Como herramienta de gestión de riesgos, los seguros pueden proteger eficazmente a personas y empresas de pérdidas financieras. Su historia se remonta a la antigüedad, lo que hace que muchas personas sientan curiosidad por las reglas y la tecnología que se esconden detrás de él. Este artículo explorará cómo la historia de los seguros comenzó en la antigua Grecia y ha evolucionado hasta los diversos productos de seguros de hoy, centrándose en el detrás de escena de los contratos de seguros que los han convertido en una parte integral del mundo financiero.
El concepto de seguro se remonta a los comerciantes chinos e indios alrededor del año 3000 a.C., que repartían la carga entre varios barcos para reducir las pérdidas si un solo barco zozobraba. Este método temprano de transferencia de riesgos se refleja en regulaciones antiguas, como el artículo 238 del Código de Hammurabi, que estipula que los capitanes en el mar sólo necesitan pagar la mitad del valor del barco al propietario para obtener protección contra pérdidas.
Las regulaciones del Codex Hammurabi establecen el principio de equidad para las pérdidas marítimas, enfatizando aún más la necesidad de compartir el riesgo.
Durante el período de la antigua Grecia, se desarrolló el sistema de préstamos de transporte marítimo. Los comerciantes griegos prestaban fondos a barcos y carga en el proceso de transferencia de riesgos, y recibían altos intereses después de un viaje exitoso, pero no necesitaban reembolsar si sufrían pérdidas. Esta operación puede haber sido la precursora del seguro marítimo moderno. En el siglo XIV, Génova, Italia, inventó un contrato de seguro independiente, rompiendo los límites entre inversión y seguro.
En 1347 llegó de Génova el primer contrato de seguro, que sentó las bases para el desarrollo de los seguros modernos.
Con el tiempo, el Gran Incendio de Londres en 1666 generó el deseo de contar con seguros de propiedad, y este evento se convirtió en un punto de inflexión en la historia de los seguros. Después de esto, Nicholas Barbon creó la primera compañía de seguros contra incendios de Londres, la House Insurance Office, para hacer frente a los crecientes riesgos y necesidades.
Las formas de seguros comenzaron a diversificarse, incluyendo productos diseñados para riesgos de vida, propiedad y corporativos, promoviendo en gran medida el crecimiento de la industria de seguros.
En el siglo XIX comenzaron a aparecer los seguros de accidentes, especialmente con el auge del sistema ferroviario, y surgieron pólizas de seguro diseñadas específicamente para pasajeros. Posteriormente, los gobiernos de todo el mundo también comenzaron a implementar planes de seguro social, y las políticas de seguro médico y de vejez de Alemania sirvieron de modelo para los sistemas de seguridad social de otros países.
Los seguros modernos no son sólo una herramienta financiera, sino que también están estrictamente restringidos por la ley. Entonces, el núcleo del seguro radica en el principio de "indemnización", es decir, cuando ocurre un siniestro específico, la compañía de seguros indemnizará al asegurado según el contrato. La existencia de este principio garantiza la equidad de la protección.
Son estas leyes y principios los que hacen que el seguro no sea solo un proceso de compra de productos, sino un comportamiento profesional que cubre la gestión de riesgos.
El proceso de desarrollo de los seguros nunca se ha detenido y su evolución en cada época refleja las necesidades económicas y los cambios sociales. A medida que la tecnología avance y el mercado cambie, ¿cómo se adaptarán los seguros del futuro a los nuevos desafíos y oportunidades?