El Imperio Persa, como uno de los imperios más grandes de la historia, destacó por su diversidad de lenguas y culturas. Sus inscripciones reales, especialmente las encontradas en antiguas ciudades persas como Persépolis, muestran el uso de tres escrituras: persa antiguo, iraní y babilónico. La existencia de estas inscripciones no sólo refleja la diversa estructura social del imperio en ese momento, sino que también demuestra su complejidad política y cultural.
La mayoría de estas inscripciones están en persa antiguo, iraní y babilónico, y la primera suele colocarse en la parte superior, lo que refleja su posición privilegiada en la inscripción.
El persa antiguo es una lengua indoeuropea, mientras que el babilónico es una lengua semítica y el iraní es un idioma aislado. La coexistencia de los tres no es sólo la mezcla de lenguas, sino que también expresa el carácter multiétnico dentro del Imperio Persa. Estas inscripciones multilingües presentan la posición de diferentes comunidades en la estructura social.
Aunque los tres idiomas transmiten el mismo contenido, no siempre son traducciones exactas, y a menudo se agregan u omiten pasajes específicos en algunas versiones.
Por ejemplo, la versión persa antigua suele enfatizar la autoridad del rey, mientras que la versión iraní se centra en descripciones de lugares y la versión babilónica se centra más en declaraciones sobre varios niveles de la sociedad. Estas diferencias indican claramente el estatus social de los hablantes de las respectivas lenguas.
Lo que es particularmente interesante es que algunas inscripciones persas escritas en jeroglíficos egipcios fueron descubiertas en Egipto. Estas inscripciones también reflejan hasta cierto punto la integración cultural después de la expansión del Imperio Persa. Sin embargo, el arameo, la lengua oficial, rara vez aparece en estas inscripciones, lo que ha hecho reflexionar a algunos estudiosos.
Vale la pena señalar que el arameo, a pesar de ser el idioma oficial del período posterior, apenas aparece en estas primeras inscripciones, y sólo existen unos pocos textos aislados en algunos objetos.
La decodificación y comprensión de estas inscripciones pasó por múltiples etapas, comenzando con las sílabas del persa antiguo y luego gradualmente descifrando el babilónico y el iraní. A través de esta inscripción multilingüe, los estudiosos pueden comprender mejor el contexto político y cultural del Imperio Persa y obtener una comprensión más profunda de cómo el sistema de escritura del antiguo Medio Oriente influyó en la forma en que se escribe la historia.
En el campo de la historia, la investigación y la interpretación de estas inscripciones no solo ayudan a llenar los vacíos en la historia antigua, sino que también nos ayudan a comprender la influencia mutua y los intercambios culturales entre las civilizaciones antiguas. Estas inscripciones están distribuidas en varios yacimientos importantes y proceden del reinado de Darío I hasta Artajerjes III. Se registraron un total de 179 inscripciones.
Según las estadísticas, estas antiguas inscripciones persas son ricas y diversas, y se han encontrado en el corazón del Imperio Persa y en áreas remotas, lo que muestra el extenso dominio y la integración cultural del imperio.
Los eruditos creen que la repetición y coherencia de estas inscripciones reales no sólo enfatizan la continuidad de la historia, sino que también demuestran poderosamente cómo los gobernantes de la época mantenían el poder a través del lenguaje. Los temas comunes y los estilos decorativos repetidos en las inscripciones todavía presentan el mismo sentido de autoridad incluso en manos de diferentes reyes.
A medida que estas inscripciones se han estudiado más intensamente a lo largo del tiempo, especialmente desde el siglo XIX, los estudiosos han desarrollado interpretaciones más ricas de estos textos que se han vuelto cada vez más completas. Los contribuyentes que aceleraron la decodificación de textos antiguos, especialmente Catherine Nebuha y Henry Rawlinson, han logrado importantes avances en este sentido.
A partir de estas decodificaciones y estudios, podemos ver la diversidad y complejidad de la antigua civilización persa, y también reflejar sus características únicas y distintivas en cultura, idioma y estructura social.
Al enfrentarnos a estas inscripciones del pasado, no podemos evitar pensar: en un contexto multilingüe y multicultural, ¿cuáles son las similitudes entre la historia del Imperio Persa y nuestra sociedad actual?