Síntomas de la enfermedad de Ménière"Se cree que los síntomas de la enfermedad de Ménière son causados por un aumento en la acumulación de líquido en el laberinto del oído interno".
Los síntomas típicos de la enfermedad de Ménière incluyen episodios recurrentes de vértigo, pérdida auditiva fluctuante y tinnitus. Estos ataques pueden ir acompañados de dolores de cabeza y sensación de plenitud en los oídos. Los pacientes también pueden experimentar síntomas adicionales de respuestas irregulares del sistema nervioso autónomo, como náuseas, vómitos y sudoración. Estos síntomas no son característicos de la enfermedad de Ménière en sí, sino que son efectos secundarios causados por el fallo de los órganos del equilibrio auditivo. Algunos pacientes pueden incluso experimentar un "ataque de caída" en el que caen inesperadamente sin perder el conocimiento.
Causas de la enfermedad de MénièreSe desconoce la causa exacta de la enfermedad de Ménière, pero pueden estar involucrados factores tanto genéticos como ambientales. Se han propuesto muchas teorías sobre la causa de esta afección, incluidas la vasoconstricción, la infección viral y la respuesta autoinmune. El desencadenante inicial aún no se comprende del todo, pero puede provocar un edema endolinfático en el oído interno, una manifestación clave de la enfermedad de Ménière.
"Existe una fuerte asociación entre el edema endolinfático y el desarrollo de la enfermedad de Ménière, pero no todos los pacientes con edema endolinfático desarrollarán la enfermedad de Ménière".
El diagnóstico de la enfermedad de Ménière se basa en los síntomas de la persona y en los resultados de una prueba de audición. Según los criterios diagnósticos de 2015, para confirmar la enfermedad de Ménière se requieren las siguientes condiciones: múltiples ataques de vértigo espontáneo, pérdida auditiva y sensación de plenitud en los oídos. Aunque no existe cura conocida, los pacientes pueden controlar la afección mediante cambios en el estilo de vida, medicamentos y fisioterapia.
"Más del 85% de los pacientes con enfermedad de Ménière mejoran con cambios en el estilo de vida, medicación o cirugía mínimamente invasiva".
Durante un ataque de la enfermedad de Ménière, las personas a menudo toman medicamentos para reducir las náuseas y fármacos para calmar la ansiedad. La evidencia a favor del tratamiento a largo plazo es relativamente débil, aunque el uso de diuréticos se basa en el supuesto de que reducen la acumulación de líquido en el oído. A muchas personas con enfermedad de Ménière se les aconseja mantener una dieta baja en sodio; sin embargo, hay evidencia limitada de que cambiar la dieta mejore los síntomas.
Debido al estrés psicológico que provocan el vértigo y la pérdida auditiva, esto puede llevar a un empeoramiento de la condición en algunos pacientes. Por lo tanto, el asesoramiento psicológico puede ayudar a gestionar este estrés. Además, aunque la fisioterapia puede no ser efectiva en las primeras etapas de la enfermedad de Ménière, se cree que el reentrenamiento del sistema de equilibrio en etapas posteriores reduce los déficits de equilibrio.
Consideraciones quirúrgicasLa cirugía puede ser una opción para los pacientes cuyos síntomas no mejoran con métodos no invasivos. Sin embargo, estos procedimientos están asociados a riesgos y se necesitan más investigaciones para respaldar su eficacia.
"La enfermedad de Ménière suele durar entre cinco y quince años y, con el tiempo, el paciente puede presentar un desequilibrio leve, acúfenos y pérdida auditiva moderada en un lado".
La incidencia de la enfermedad de Ménière varía en diferentes poblaciones y puede estar relacionada con factores genéticos. No existe un plan de tratamiento claro detrás de esta compleja enfermedad. Su diagnóstico y manejo aún están en evolución y los pacientes enfrentan desafíos en la calidad de vida. Entonces, ¿cómo puede alguien que vive con los efectos de la enfermedad de Ménière encontrar equilibrio y comodidad en la vida diaria?