El adenoma suprarrenal, comúnmente conocido como adenoma suprarrenal, generalmente se refiere a tumores benignos que se originan en las células suprarrenocorticales. Aunque este tumor es funcionalmente inactivo y asintomático en la mayoría de los casos, puede aparecer de forma inadvertida y difícil de prevenir. Según las últimas investigaciones, los adenomas suprarrenales están asociados con diversos síntomas endocrinos, como el síndrome de Cushing (cortisolismo excesivo) y el síndrome de Conn (aldosteronismo primario), los cuales han atraído la atención científica sobre esta afección.
La mayoría de los adenomas suprarrenales son asintomáticos, lo que hace que a menudo se pasen por alto en el diagnóstico clínico o incluso se descubran accidentalmente durante el examen anatómico.
Los adenomas suprarrenales se presentan en diversas formas, dependiendo de si el tumor es funcional. Los adenomas no funcionales generalmente no presentan síntomas evidentes, mientras que los adenomas funcionales pueden ir acompañados de los siguientes síntomas endocrinos:
La aparición de adenoma suprarrenal a menudo se relaciona con la proliferación anormal de células suprarrenocorticales. Estas células están ubicadas en la estructura de tres capas de la glándula suprarrenal, a saber, la zona glomerulosa, la zona fasciculada y la zona reticular. La causa de esta proliferación anormal puede no coincidir con las necesidades fisiológicas y las actividades secretoras normales, y puede deberse a la influencia de mutaciones genéticas.
La glándula suprarrenal es un órgano dinámico y las células envejecidas son reemplazadas constantemente por células nuevas. Este proceso de renovación ayuda a mantener la función de la glándula suprarrenal, pero también puede conducir a la formación de tumores.
Los adenomas suprarrenales funcionales pueden interferir con la actividad suprarrenal normal, lo que lleva a una secreción excesiva de hormonas suprarrenales, que a menudo se denominan hiperadrenohormonas. Este proceso puede causar una variedad de trastornos endocrinos, complicando la condición del paciente.
Debido a su naturaleza asintomática, los adenomas suprarrenales a menudo se descubren de manera incidental mediante exámenes de imágenes como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas durante otros tratamientos. Este tipo de adenoma también se denomina "tumor accidental". Aunque los adenomas suprarrenales son difíciles de distinguir del tejido suprarrenal normal, una vez extirpados suelen mostrar bordes regulares y bien definidos.
Los adenomas suprarrenales no funcionales generalmente se pueden controlar mediante seguimiento y monitorización a largo plazo, mientras que los adenomas funcionales requieren diferentes tratamientos según el tipo de enfermedad y su progresión. Si el adenoma hace que la glándula suprarrenal y el tejido circundante se encojan, es posible que sea necesario extirparlo quirúrgicamente. Algunos estudios han señalado que, mediante la comparación de diferentes métodos quirúrgicos, la adenectomía retroperitoneal laparoscópica tiene un buen efecto en la reducción de las complicaciones tardías y el acortamiento del tiempo de recuperación, pero aún se necesitan más investigaciones para confirmar el efecto específico.
El pronóstico a largo plazo para los pacientes diagnosticados con adenomas suprarrenales no funcionantes es generalmente favorable. Para los pacientes con adenomas suprarrenales funcionales, el diagnóstico y tratamiento tempranos también pueden lograr un buen pronóstico.
Los adenomas suprarrenales son más comunes en mujeres que en hombres, generalmente son más comunes en adultos y ocurren a una edad más temprana en las mujeres.
Durante el período de lactancia, los adenomas suprarrenales alteran el patrón general de secreción hormonal debido a la autoinmunidad. ¿Se convertirá esta amenaza silenciosa en el foco de nuestra futura exploración médica?