Con el consumo generalizado de alcohol en situaciones sociales, muchos asiáticos orientales experimentarán un evidente enrojecimiento facial después de beber alcohol. Este fenómeno se denomina "reacción de rubor alcohólico". La causa subyacente de esta reacción se debe a la acumulación de un metabolito en el cuerpo llamado acetaldehído, que es un subproducto del metabolismo del alcohol. Para muchas personas, esto no es sólo una reacción fisiológica sino un signo de posibles riesgos para la salud.
La reacción de rubor alcohólico se manifiesta principalmente como rubor, náuseas, dolor de cabeza y taquicardia en la cara y el cuerpo de una persona después de beber alcohol.
La reacción de sofoco por alcohol generalmente se debe a una deficiencia de aldehído deshidrogenasa 2 (ALDH2), la enzima del cuerpo responsable de descomponer el acetaldehído. Para los asiáticos orientales, esta condición es bastante común: aproximadamente entre el 30% y el 50% de los chinos, japoneses y coreanos exhiben esta respuesta fisiológica. Esta reacción también se encuentra en algunos grupos inuit y del sudeste asiático.
Entre los asiáticos orientales, alrededor del 20 % al 30 % son portadores de una mutación genética llamada rs671, que provoca una reducción en la función de la aldehído deshidrogenasa.
Las mutaciones en este gen pueden hacer que estos asiáticos orientales tengan concentraciones anormalmente altas de acetaldehído después de beber alcohol, lo que provoca enrojecimiento facial. Como resultado de esta respuesta anormal, muchos individuos afectados experimentan sensaciones de malestar después de beber alcohol, lo que también puede llevarlos a reducir su consumo de alcohol y así, hasta cierto punto, reducir el riesgo de dependencia del alcohol. Sin embargo, algunos estudios han señalado que estos respondedores pueden enfrentar un mayor riesgo de cáncer de esófago si aún deciden beber alcohol.
En estudios, se encontró que las personas con deficiencia de ALDH2 tienen un riesgo de cáncer de esófago que es de cuatro a ocho veces mayor que el de los bebedores normales. En algunas personas, este riesgo se reduce por la presencia de otra variante del genotipo (ADH1B*2), que les hace metabolizar el alcohol de forma más rápida y eficiente.
Las personas con deficiencia de la enzima ALDH2 que no tienen mutaciones de ADH tienen un mayor riesgo de cáncer de esófago porque los efectos de estos factores de riesgo son aditivos.
El síntoma más obvio de la reacción de rubor por alcohol es, sin duda, el enrojecimiento de la cara después de beber alcohol. Sin embargo, esta reacción no se limita a cambios en el aspecto de la piel, ya que muchos pacientes también experimentan náuseas, dolores de cabeza y una sensación general de malestar físico. La forma más precisa de diagnosticar esta reacción es medir la concentración de acetaldehído en la sangre, lo que se puede realizar con una prueba de aliento o un análisis de sangre.
Muchos bebedores pueden confundir el rubor causado por el alcohol con otras afecciones de la piel, como la rosácea o reacciones alérgicas, porque estas afecciones causan enrojecimiento e hinchazón de la piel. Por lo tanto, ante un enrojecimiento, buscar consejo médico profesional y un diagnóstico adecuado ayudará con el manejo sintomático.
No sólo eso, el alcohol puede desencadenar otras reacciones respiratorias que pueden empeorar los síntomas de la rinitis alérgica y el asma.
A medida que continúan las investigaciones sobre el rubor causado por el alcohol, muchas personas todavía tienen preguntas sobre este fenómeno. No es sólo una respuesta fisiológica, sino también el resultado de la intersección entre genes y riesgos para la salud. Esto no sólo nos hace repensar nuestra propia salud, sino que también nos da una nueva comprensión de cómo consumimos alcohol. ¿Alguna vez te has preguntado cómo tus hábitos de bebida afectan tu salud?